Una reforma a la Ley de Extranjería forzaría a los inmigrantes en España que deseen reagrupar a sus familiares acreditar que cuentan con garantías de trabajo para un año, al menos, con un sueldo mínimo mensual de 800 euros (unos 1.100 dólares).

Este borrador del Reglamento de la Ley de Extranjería fue modificado por propuesta de la Mesa de Diálogo Social, en un proceso público antes de su aprobación definitiva.

El cálculo de ingresos mínimos significa que un inmigrante deberá ganar el 150% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), cifra utilizada como referencia para la concesión de ayudas, becas, subvenciones o el subsidio de desempleo entre otros, y que en el 2011 está fijado en 532 euros (734 dólares) mensuales.

El solicitante deberá acreditar que es capaz de mantener este nivel de ingresos al menos durante un año y mostrar la evolución de sus medios económicos en el último semestre.

Según cifras oficiales en España residen legalmente 4,74 millones de extranjeros, de los cuales 793.000 corresponde a Rumania, 759.000 a Marruecos, 382.000 a Ecuador y 264.000 a Colombia.