La legislatura del estado de Utah aprobó la noche del viernes reformas en las leyes de inmigración, denominado proyecto 497, que aunque va en la misma línea de la ley del estado de Arizona, simultáneamente plantea un programa de trabajadores huéspedes para indocumentados que es llamado Proyecto 116.

La iniciativa 497 sigue el ejemplo de la ley migratoria de Arizona que criminaliza a los indocumentados, pero contiene diferencias que tranquilizaron a los legisladores, preocupados por el estigma negativo que carga la legislación del estado vecino.

Este proyecto de reforma permite a la Policía verificar la calidad migratoria de quien sea detenido por un delito relativamente menor o uno grave, pero la medida sería opcional para las personas arrestadas por una falta o infracción menor.

Mientras que el proyecto 116, que para regir necesita un permiso federal, permitiría a los indocumentados permanecer en el estado como trabajadores huéspedes con sus familias.

Los partidarios de estas reformas legales señalan que presentan “un equilibrio entre el imperio de la ley, las necesidades económicas y un sentido de piedad”.

Por su parte, quienes la rechazan, incluidos muchos republicanos conservadores, afirmaron que la reforma es una especie de ‘recompensa indebida’ para los indocumentados y que además posiblemente alentará un mayor ingreso de inmigrantes sin papeles.

El representante republicano Bill Wright señaló que las reformas constituyen un riesgo, pero también expuso que de tener éxito podrían convertirse en un programa modelo.

Chris Herrod, otro representante republicano, lidera las protestas contra la ley señalando que ese programa de trabajadores huéspedes es “simple y llanamente una amnistía para los indocumentados”.

“La gente cree que seremos vistos como compasivos”, advirtió Herrod. “La gente nos verá en realidad como débiles. (La gente) verá que no atendemos el imperio de la ley”.

Cuando falta una semana para el fin de la sesión legislativa, el acuerdo entre los legisladores para aprobar la reforma estuvo a punto de fracasar antes de la votación, debido a una revuelta de republicanos conservadores en la cámara baja contra el programa.

Además se analizó el Proyecto 466, que crea un programa para que las empresas en Utah puedan contratar a trabajadores del estado fronterizo mexicano de Nuevo León, siempre que haya firmado un contrato laboral de dos años. Este es impulsado por el republicano Stephen Sandstrom.