El barrio valenciano de Russafa se convirtió ayer en una fiesta multiétnica con motivo de los carnavales. Varios miles de personas de numerosas nacionalidades desfilaron con los más variados y vistosos atuendos por las calles de esta populosa barriada de la capital, que en los últimos años se ha convertido en un ejemplo de integración y de convivencia pacífica entre ciudadanos de las más diversas nacionalidades.

Ciudadanos marroquíes y argelinos, peruanos, malienses, chilenos, bolivianos y ecuatorianos llenaron las calles para celebrar el que probablemente sea el carnestoltes más variado de la geografía valenciana, al menos por lo que se refiere a la procedencia de los participantes.

Las tierras valencianas albergaron ayer numerosas celebraciones de carnaval, desde el norte de Castellón hasta el sur de Alicante. Y entre todos, uno de los más reconocidos es sin duda el de Vinaròs, que este año se ha visto algo deslucido por la lluvia, que no impidió que ayer, con la mejoría de las condiciones meteorológicas, que miles de personas se acercaran a la capital de la comarca del Baix Maestrat para asistir a esta fiesta, que se ha convertido en el tercero más importante a nivel nacional, después de los de Canarias y Cádiz.

En la provincia de Alicante los carnavales animaron un año más la velada en numerosas localidades. La de la ciudad de Alicante es una de las consagradas. Y como cada año, la Rambla de Méndez Núñez, una de las principales arterias, se vistió de gala. El público respondió y con la llegada de la noche miles de personas de Alicante y de las localidades próximas invadieron la calle hasta bien entrada la madrugada con disfraces de lo más variopintos. El mal tiempo del viernes dio un respiro. El aperitivo del día grande de esta fiesta se realizó el viernes con el Auto del Carnaval, donde el tradicional pregón invita a los ciudadanos a sumarse a la diversión. El acto estuvo inspirado en la escenografía del fallecido director de cine Luis García Berlanga.