Acoso a los subsaharianos

La injusta caza del «mercenario»

La Voz de Galicia, 04-03-2011

La vida de miles de subsaharianos residentes en Libia se trastornó con la sublevación popular contra Gadafi, y ahora deben permanecer escondidos, sin recursos, amenazados por los insurgentes que ven en todos ellos a mercenarios pagados por el régimen.

Atraídos por El Dorado que representaba Libia, estos africanos llegaron por oleadas a trabajar – legalmente o no – esencialmente como mano de obra en la construcción. Su número preciso es difícil de evaluar, pero se cuentan por centenares de miles. Los más numerosos vienen de países vecinos: 300.000 del Chad, 50.000 de Nigeria y 10.000 de Mauritania.

Según el portavoz de la Liga Libia de Derechos Humanos, Alí Zeida, «hay cerca de 25.000 mercenarios en Libia», algunos que todavía no fueron desplegados, «dirigidos por dos generales chadianos a las órdenes del embajador del Chad en Libia, Dausa Deby, el propio hermano del presidente Idriss Deby».

El nigeriano el Hadj Abubacar afirma que sus tres hijos que viven en Trípoli le han contado que «tan pronto un negro aparece en las zonas controladas por los insurgentes, es tomado por un mercenario a sueldo de Gadafi, y lo matan». «No podemos salir de casa, no hay nada que comer, la gente solo come arroz blanco hervido», afirma Bubacar Guzayé, otro nigerino.

A estos africanos, sus Gobiernos los han olvidado y solo les queda huir por sus propios medios de la violencia en Libia.

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