Rajoy busca votos para el PP en Barcelona y el ´cinturón rojo´

MANO DURA EN INMIGRACIÓN Rajoy recupera el "contrato de integración" para los inmigrantes

La Vanguardia, IÑAKI ELLAKURÍA, 03-03-2011

Mariano Rajoy no olvida que el billete a la Moncloa pasa por Catalunya. Un credo que el líder del PP se grabó a fuego después de que en las elecciones generales José Luis Rodríguez Zapatero cimentara su victoria en el voto catalán. Y ayer buscó votos para el PP en Castelldefels y l´Hospitalet de Llobregat, feudos socialistas. Pero también en Barcelona, con una implicación total en la campaña de Alberto Fernández Díaz, a quien ya acompañó el día de su proclamación.

Rajoy reafirmó su compromiso con Catalunya y aseguró que, más allá de las coyunturas electorales, lo mantendrá si en el 2012 es el presidente del Gobierno. “Hoy estoy aquí, vendré paras las municipales y generales, y volveré a las calles, pueblos y ciudades catalanas después de estas elecciones y las que viene”, afirmó Rajoy, consciente de las tensas relaciones entre la Moncloa y el Palau de la Generalitat, y de que el tirón del presidente Zapatero en Catalunya, tras la polémica del Estatut, hoy no es el de hace cuatro años.

Los buenos resultados electorales de Alicia Sánchez-Camacho en las autonómicas han desatado una ola de optimismo en Rajoy. De ahí que ayer volviera a pasearse por las calles catalanas, buscando el voto urbano en Barcelona y sucinturónrojo.Ser decisivos en Barcelona con Alberto Fernández Díaz – con quien disfrutó en el paseo de Gràcia-es el objetivo del PP en Catalunya el 22 de mayo, al tiempo que que echan el resto en Andalucía, donde los sondeos auguran hasta una mayoría absoluta, y en Castilla la Mancha, donde María Dolores de Cospedal puede ganar.

Y como viene siendo habitual en sus visitas a Catalunya, ayer Rajoy volvió a evitar aquellas cuestiones, como la lengua o la reclamación de un concierto económico, que le alejan del actual Gobierno de la Generalitat. Prudente y medido en sus palabras, sólo deslizó una ligera crítica a lo que desde el PP consideran como un exceso de “victimismo” en el discurso del Govern.

“El problema de Artur Mas es la herencia que se ha encontrado del tripartito, pero todos los gobiernos reciben herencias y los ciudadanos los votan para revertir la situación”, dijo sobre las quejas del Ejecutivo de CiU ante el estado de las arcas de la Generalitat. Sí remarcó, en cambio, la necesidad de que aumente el “diálogo” entre las diferentes administraciones públicas. “La actual crisis nos obligará a la cooperación y el consenso”, aseveró.

En este sentido, Rajoy consideró excesivo que haya un déficit público del 9,3% del conjunto de las administraciones y aseguró que las comunidades tienen “responsabilidad” y competencia para tomar medidas y combatir la crisis. Dicho esto, pasó a criticar al Gobierno por su “ridícula, en ocasiones” política energética y le reclamó un pacto con las autonomías para consensuar medidas, como la reducción de la velocidad en las carreteras, que ya han recibido el rechazo de Catalunya y Madrid.

Con los últimos datos de paro en la mano, Rajoy insistió en que la prioridad debe ser la lucha contra el déficit público, con unas políticas de “austeridad y control de gasto”, combatir el desempleo. “No quiero que en mi país más del 20% de las personas estén en el paro”, dijo. Para revertir esa situación, el líder de los populares abogó por un “plan global a cuatro años” basado en ayudas a pymes, autónomos y emprendedores con una reducción de las cargas fiscales, el cumplimiento de la ley de morosidad y el lanzamiento de nuevas líneas de crédito, entre otras medidas.

Asimismo, anunció que el PP continuará con política de mano dura con la inmigración y recuperará en las generales la necesidad de que los inmigrantes firmen un contrato de integración. “Necesitamos orden y control, no hay nada peor que el hecho de que los inmigrantes no se integren en su país de acogida”, aseguró.

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