París. La Fiscalía de París acusó ayer al modisto británico John Galliano por injurias racistas en un proceso en el que podría llegar a ser sancionado con un máximo de 6 meses de cárcel y 22.500 euros de multa. Galliano, despedido de la casa de moda Christian Dior y acusado en dos denuncias por insultos antisemitas y raciales contra clientes de un bar del parisino barrio del Marais, tendrá que comparecer ante el Tribunal Correccional de París “durante el segundo trimestre de 2011”, indicó la Fiscalía en un comunicado.

El diseñador, que ayer pidió disculpas en un comunicado por el vídeo en el que, en evidente estado de embriaguez, aseguraba amar a Hitler, está acusado de “injurias públicas contra particulares por su origen, pertenencia o no pertenencia a una religión, raza o etnia, proferidas contra tres víctimas identificadas”. La decisión de la Fiscalía llegó un día después de que Dior anunciase el despido del modisto gibraltareño, director artístico de la firma desde 1996. Galliano, que hasta ayer había guardado silencio, dijo en una nota difundida por sus abogados en Londres que “el racismo y la conducta antisemita no tienen cabida en nuestra sociedad” y se disculpó “sin reservas” por su comportamiento "si ha ofendido a alguien. El diseñador alega también que fue provocado: “Varios testigos independientes han indicado ante la Policía que fui sometido a acoso verbal y me provocaron, y que un individuo intentó golpearme con una silla. He presentado denuncia por esa agresión”.

Galliano abandonó ayer Francia para ingresar en una clínica de rehabilitación en Arizona, según The New York Times. El diseñador ha decidido poner freno a sus problemas con el alcohol siguiendo el consejo de amigas como las supermodelos Naomi Campbell y Kate Moss, y por ello aceptó ingresar en una clínica para recibir tratamiento, según indicaron al rotativo fuentes cercanas al diseñador.