Piden 20 años para un navarro acusado de matar a tiros a su cuñado en San Sebastián

los hechos ocurrieron en 2003 y el fiscal dice que actuó para vengar el crimen de un familiar gitano en la rochapea

Diario de Noticias, efe, 22-02-2011

pamplona. Un hombre de etnia gitana de 35 años, identificado como Fernando U.G. para el que la Fiscalía pide veinte años de cárcel por matar a su cuñado de dos tiros de escopeta en San Sebastián en el año 2003 negó ayer ser el autor de este crimen, del que ha responsabilizado a su propio padre y a un tío suyo, ambos ya fallecidos. El juicio, ante un tribunal de jurado, comenzó ayer en la Sección Primera de la Audiencia de Guipúzcoa y el acusado prestó declaración con voz muy temblorosa y emocionado. La acusación particular, que ejerce la madre del fallecido, solicita también veinte años de prisión, mientras que la defensa reclama la absolución de su cliente – quien se encuentra en libertad – , ya que, según su versión, cuando ocurrió el asesinato él se hallaba en Madrid junto a su hijo. El asesinato ocurrió el 25 de enero de 2003, en el barrio donostiarra de Amara, cuando la víctima que acababa de salir de su casa circulaba en una furgoneta, junto a su esposa y su hijo de seis años, y una persona le disparó dos tiros de escopeta en la cabeza.

El crimen tiene como telón de fondo una disputa entre dos familias gitanas, motivada por la ruptura del matrimonio integrado por el acusado, miembro de una de ellas, y su ex esposa, que forma parte de la otra. De hecho, en octubre de 2001, la separación de la pareja ya motivó una reyerta entre los clanes que acabó con la muerte de un primo del acusado, en el llamado crimen de la Rochapea, donde murió Agapito Ugal Jiménez tiroteado por Ramón Jiménez Jiménez, familiar de la víctima de Guipúzcoa. La tutela de los hijos menores del matrimonio, un niño y una niña, fue otro de los elementos de la disputa, ya que en un primer momento la pequeña quedó bajo la custodia de su madre, mientras que la del chico correspondió al padre, hasta que la Audiencia de Navarra concedió la responsabilidad sobre ambos menores a la mujer.

Según declaró ayer el acusado, fue esta decisión judicial la que motivó que él decidiera abandonar Pamplona, en la que residía junto a la mayor parte de su familia, porque ya llevaba un año sin estar con su hija y “no veía la vida” sin su hijo. No regresó hasta 2008, cuando se presentó ante la Policía en la creencia de que su hijo, de 13 años, ya tenía capacidad de decidir por sí mismo con qué progenitor quería permanecer.

dice que fueron su padre y su tío El inculpado aseguró que, cuando se produjo el crimen de su cuñado, él ya se había marchado con su hijo a Ma – drid y luego inició un periplo de cinco años con el menor por Valencia, Sevilla y La Coruña, hasta que regresó a Pamplona creyendo que ya no tenía que “esconderse de nada” porque, según mantuvo, no participó en el crimen. En este punto, explicó que su padre, que le visitó en varias ocasiones durante su ausencia de Pamplona, le insinuó en uno de estos encuentros que él mismo y su tío – padre del primo asesinado en 2001 – habían sido los autores del crimen perpetrado en San Sebastián.

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