«Diez años me parecen una burla»

Las Provincias, A. RALLO | VALENCIA., 22-02-2011

Narciso y su familia cumplen días inmersos en un drama. La muerte de uno de sus hijos – otro reside con ellos y una hija está en Ecuador – fue un golpe de los que uno nunca termina de recuperarse. Ayer recibieron otros dos mazazos. La indiferencia de los hermanos que mataron a Christian y la rebaja de la pena que solicitaba la Fiscalía: de 15 a 10 años después de que los acusados reconocieran los hechos.

A la salida de la sala, Narciso estalló. Fue claro a la hora de describir lo que había visto unos minutos antes. «Lo de los diez años me ha parecido una burla. Y más pensando en lo poco que tardará en salir. Yo lo veo así. Parece que la vida de una persona con diez años… Pues ya está».

La Fiscalía y los abogados de los acusados, ambos colombianos, llegaron ayer a una conformidad. El Ministerio Público rebajó la pena solicitada de quince a diez años al retirar el agravante de abuso de superioridad a cambio de que los dos procesados reconocieran los hechos. La indemnización será de 100.000 euros. «No sabía que se había pactado eso», admitió. A continuación, reconoció su mala suerte. Su abogado, el que iba a ejercer la acusación particular y que se lo había recomendado un amigo, no se había personado en la causa. De hecho, se enteraron de la fecha tras hablar la madre de la víctima con la fiscal del caso. Así, nada pudieron hacer para oponerse a la conformidad.

Pero también se puede analizar la conformidad desde otro punto de vista, en este caso, favorable a los intereses de los padres. La Fiscalía pedía 15 años de cárcel para cada uno de los hermanos. Sin embargo, Miler estaba acusado por homicidio y Jonathan como cooperador necesario, es decir, que no hizo nada por evitar el crimen.

Al tratarse de dos hermanos, lo más lógico es que hayan pactado su conformidad. Pero de no mediar esa relación, seguramente Jonathan no se habría conformado con la pena y habría apostado por el juicio. Más si cabe al tratarse de un tribunal popular, donde quizá podría haber puesto en duda que él fuera el colaborador necesario. Esto es tan sólo una hipótesis. Puede que hubiesen terminado ambos con los 15 años de pena. El jurado, por unanimidad, llegó a un veredicto de culpabilidad en la tarde de ayer.

Los hechos ocurrieron en enero del pasado año. La víctima, de 20 años de edad, tuvo la mala suerte de viajar en un tranvía en el que coincidió con miembros de varias bandas latinas rivales. En concreto, allí estaban integrantes de Los Royal Family, los Siempre Solos (SS) y Blood.

La reyerta en el vagón

Todos estos grupúsculos son escisiones de la conocida banda de los Ñeta. Christian, conocido como Splinter, había estado vinculado en mayor o menor medida a los Latin King en un pasado, según constataron las investigaciones. Sin embargo, los padres siempre han negado esta pertenencia. Lo volvieron a hacer ayer. «No , no era miembro. Si lo hubiera sido, ¿crees que hubiera estado en el metro solo con dos chicas?

Al ser reconocido en el vagón y tras una reyerta que se produjo en el interior, Splinter salió corriendo. No tardaron mucho en alcanzarle los acusados, acompañados por un grupo de menores. En ese momento, cayó sobre él una lluvia de golpes. Hasta que Miler se colocó encima y le asestó dos puñaladas. Una de ellas resultó mortal.

El otro golpe que recibió ayer la familia fue por parte de los dos acusados. La abogada de uno de ellos explicó al jurado que estaba muy arrepentido de lo que había hecho. Sin embargo, cuando el magistrado les cedió su último turno de palabra por si querían añadir algo más en su defensa, ambos dijeron que no.

Y por si esto no fuera suficiente, uno de ellos, según denunció la familia de la víctima, miró con «sonrisa burlona» hacia el hermano del joven asesinado. A su salida de la sala, se escuchó un grito seco: «Asesinos». Era de un familiar de Splinter. Tras este episodios, Narciso y su mujer – ambos en paro – tratarán de iniciar una nueva etapa. «Cuando todo esto esté cerrado, tenemos pensado volver a nuestro país». Ellos son de Ecuador. Sus planes iniciales no incluían perder a un hijo en España.

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