EL ESTADO DEL 'MALESTAR'

Europa ha adaptado sus leyes para frenar la llegada de inmigrantes ante la recesión económica

La UE acoge a 24 millones de extracomunitarios, el 4,7% de la población total

El País, , 08-02-2011

La Unión Europea, una de las zonas con mayor nivel de bienestar del mundo, acoge a unos 24 millones de inmigrantes, entre ellos 3,8 millones de sin papeles, según las últimas estimaciones. Ambos grupos representan el 4,7% de la población de la UE, que ha adaptado paulatinamente su legislación para frenar la llegada de nuevos inmigrantes ante la crisis económica.

Lo cierto es que Europa necesita un número elevado de inmigrantes para contrarrestar el envejecimiento de la población. Sin embargo, la dureza de la recesión, la concentración de inmigrantes en determinadas ciudades y barrios y el rechazo de los valores europeos por una parte significativa de esos inmigrantes están generando crecientes tensiones socioeconómicas en los países con mayor inmigración, que pueden transformarse en problemas políticos.

Todos los países han endurecido su política inmigratoria. En España, se ha pasado de las regularizaciones extraordinarias al endurecimiento de las condiciones de reagrupación familiar y el fomento del regreso a los países de origen. En Francia, las autoridades han fijado un cupo de expulsiones de ‘sin papeles’, unas 28.000 anuales, que hasta el pasado verano se realizaban discretamente.

Examen obligatorio

En Italia, donde los extranjeros pagan más de lo que reciben en prestaciones y servicios sociales, la ley que convirtió en delito ser un inmigrante clandestino continúa suscitando críticas entre la comunidad internacional. Mientras, Alemania ha impuesto medidas como la superación de un examen previo como paso obligatorio para obtener la nacionalidad alemana.

Restricción de visados

Y el Reino Unido, deseoso de reducir la inmigración a los niveles de los años 90, se dispone a restringir los visados a estudiantes y familiares de fuera de la UE. Los cónyuges que deseen reunirse con sus parejas deberán poseer un nivel básico de inglés como requisito previo. A partir de abril, Gran Bretaña solo concederá un máximo de 21.700 permisos anuales para trabajadores, límite considerado arbitrario e incluso criticado por miembros del partido conservador en el poder.

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