Un chalé del distrito de Chamartín ocultaba una red de prostitución, en la que mujeres de nacionalidad rusa eran obligadas a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad. Las víctimas habían sido introducidas de manera ilegal en España tras ser engañadas con un supuesto trabajo como camareras, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Cuando las mujeres llegaban a España, se encontraban con la desagradable sorpresa de que tenían que hacer frente a unos 2.000 euros por los supuestos gastos que había generado su viaje desde Rusia. Para asegurarse el pago, las mujeres eran controladas en todo momento. La responsable de ellas retenía sus pasaportes y solo se les permitía salir a la calle para acudir a servicios con clientes a hoteles y domicilios particulares. Ofrecían los contactos a través de Internet y las obligaban a hacerse fotos desnudas para atraer a la clientela. Las imágenes eran colgadas en la página web de la organización.

La llamada anónima de un ciudadano permitió al Grupo V de la Brigada Provincial de Extranjería desarticular la red y la detención de sus cinco integrantes, entre los que se encontraba el dueño del chalé y la encargada de la organización.