Centenares de sudafricanos acudieron ayer a la histórica iglesia católica de Soweto para rezar por la recuperación del ex presidente Nelson Mandela, dado de alta a principios de semana de un hospital.

El padre Benedict Mahlangu encendió un cirio y pidió a los feligreses que rezaran por Mandela, a quien los médicos trataron una infección en las vías respiratorias. Más de 500 personas llenaron la iglesia Regina Mundi, otrora un vivero de sentimientos contra la segregación racial y donde fueron oficiados muchos de los funerales en la cruenta campaña contra el apartheid blanco.

Todavía son visibles los impactos de las balas en el techo del templo, recuerdo gráfico de un incidente ocurrido en 1976, cuando la fuerza pública allanó el lugar durante una protesta contra la iniquidad de la política oficial racista y disparó contra los estudiantes.

Mahlangu dijo que su congregación estuvo muy preocupada durante los dos días que Mandela estuvo hospitalizado. “La gente se preguntaba ‘¿por qué?’, y les respondí que tiene 92 años, ha trabajado por nosotros, ha hecho su parte y ahora tenemos que rezar por él”, dijo.

Los feligreses, vestidos con vivos colores a la usanza africana, se mecieron al compás de la liturgia musical y acompañaron al coro, dejando que sus brazos marcaran la cadencia.

En 1997, Mandela habló en esta iglesia y la ensalzó por abrir sus puertas a los detractores del apartheid. Consideró Regina Mundi un campo de batalla entre las fuerzas de la democracia y los que no dudaron en violar un lugar de culto con gases, perros y armas.