CARMEN REMÍREZ DE GANUZA / Madrid

El voto de los inmigrantes será clave, incluso decisivo, en un total de 184 municipios de más de 15.000 habitantes de toda España, donde PP y PSOE se disputan la mayoría por apenas un concejal o dos.

Así lo ha calculado el PP tras un detallado estudio sobre los electores potenciales en los comicios municipales del 22 de mayo, que proceden tanto de la UE como de otros países que han suscrito convenios con España. Estos últimos ejercen, por primera vez, su derecho al sufragio.

Baleares y la Comunidad Valenciana aglutinan las concentraciones más altas de población extranjera, con una densidad superior al 10% del electorado. Un porcentaje que se repite en provincias como Almería, Málaga, Alicante y Castellón. Pero, en los municipios clave, los porcentajes de europeos con derecho a voto superan el 20%, el 30% y hasta el 62%, como son los casos de Calatayud (Zaragoza-PSOE), Manilva (Málaga-IU) y Arboleas (Almería-PSOE). Más modestos son los porcentajes de los inmigrantes latinos, que sólo superan el 10% de la población en Archena y Totana (Murcia), gobernados por el PP.

Sobre el papel, es un número muy extenso de votantes potenciales: cerca de un millón de extranjeros procedentes de la UE con el estreno de rumanos (los más numerosos) y búlgaros y 700.000 correspondientes a los países con los que el Gobierno español ha firmado convenio de reciprocidad. Los más numerosos son los ecuatorianos, pero también hay ciudadanos de Bolivia, Colombia, Chile, Paraguay y Perú.

Pero la pérdida de la tarjeta de residencia de los inmigrantes que se han quedado sin trabajo en Madrid hay 75.000, unida a la obligación que la ley establece de inscribirse en un censo electoral, reducen esa cantidad a menos de un tercio, según calculaban los populares antes de cerrarse el 25 de enero el plazo para inscribirse en el censo electoral. A falta de conocer los datos oficiales, el PP aseguraba que había sido la escasez de censados lo que impulsó al Ejecutivo a ampliar el plazo 10 días.

Y es que tanto el PSOE como el PP están demostrando mucho interés por movilizar el voto inmigrante. Curiosamente, ambos partidos se reparten de equitativamente el número de gobiernos en ciudades con inmigración 54 el PP y 50 el PSOE, excepto en Cataluña, y uno y otro esgrimen tener más influencia que el contrario entre los extranjeros.

En los populares, los analistas sostienen que el voto procedente de Europa tiende por naturaleza al centro derecha. En cuanto al voto latino, lo consideran más empatado, pero, «a más años de residencia», argumentan, «más proclives son al PP».

Así lo explica el diputado popular Gonzalo Robles, responsable del informe mencionado. «Los que asocian papeles para todos con Zapatero llevan menos de cinco años en España (el tiempo de residencia para poder votar), mientras que los que llevan más tiempo son los que conocieron el Gobierno del PP y experimentaron el dinamismo económico y la creación de empleo». Algo que cabe aplicar también a otros 500.000 ciudadanos de origen latino que ya han sido nacionalizados y votan sin necesidad de inscribirse en el censo.

En la misma línea, mientras el PSOE ha anunciado que enfocará su campaña en torno a los derechos civiles y sociales de los inmigrantes, el PP lo hará sobre la economía y el empleo. «Las motivaciones de los inmigrantes son muy parecidas a las de los españoles», sostiene Robles.

No hay aún programa para estas elecciones, pero el PP prepara mensajes concretos para los inmigrantes y un eslogan que girará en torno a una palabra: trabajo. «Les vamos a ofrecer nuestro modelo económico, que es el que les trajo a España, además de un modelo de integración y legalidad», añade Robles. E insiste: «Al inmigrante le va a preocupar lo mismo que al español: saber quién le genera expectativa de trabajo».