La alta comisionada de Naciones Unidas para los inmigrantes, Navi Pillay, exhortó ayer a México a que investigue la presunta complicidad de funcionarios públicos en los secuestros extorsivos de 40 migrantes, en diciembre pasado.

“Los migrantes, en su mayoría salvadoreños y guatemaltecos, fueron secuestrados en circunstancias altamente cuestionables hace un mes. Desde entonces, no hay pistas sobre su paradero, y los defensores de los derechos humanos que ayudaron a integrantes del mismo grupo han sido continuamente amenazados”, declaró Pillay.

Agregó que el tren fue detenido por funcionarios policiales y de migraciones, los que apresaron a 92 de los 250 migrantes que viajaban en él. Luego, el maquinista del tren exigió dinero a los 150 migrantes que regresaron pero no quedó satisfecho con lo recaudado y les dijo que habría problemas más adelante, según la ONU.

Media hora después, pistoleros abordaron el tren, robaron a los migrantes y secuestraron a 40 de ellos, incluidos diez mujeres y un menor. Dos días después, algunos escaparon y denunciaron el hecho al sacerdote Alejandro Solalinde, activista que defiende a migrantes.