La justicia española reabrirá la causa por el accidente en el que murieron siete ecuatorianos, dos bolivianos, dos colombianos y una joven rumana, el 23 de junio del 2010, atropellados por un tren en la localidad de Castelldefels, en la región de Cataluña, al norte del país.

La decisión la adoptó la Audiencia de Barcelona tras analizar los recursos presentados por los defensores de varias de las víctimas contra el auto que dictó el juez encargado del caso, en el que decidió el sobreseimiento de las actuaciones judiciales.

El percance se produjo en la noche del 23 de junio del año pasado en la estación ferroviaria de Castelldefels, cuando varias personas que iban a una verbena en la playa por la Noche de San Juan, cruzaron las vías, sin utilizar los pasos subterráneos existentes, y fueron arrolladas por un tren Alaris que pasaba a gran velocidad.

El 30 de julio pasado, el juez encargado, archivó las diligencias abiertas por el accidente al considerar que ocurrió por una actuación “imprudente y temeraria” de las víctimas.

En su nuevo auto, la Audiencia señala que se debe continuar con el proceso y permitir que todas las partes propongan las diligencias que consideren convenientes.

Tras conocer la decisión judicial, el abogado de las familias de la mayoría de las víctimas mortales, Andreu Van den Eynde, dijo que el juez debe hacer “por primera vez una investigación que permita la intervención de las defensas” de las víctimas.

El letrado dijo que de los cuarenta testigos presenciales del accidente “ninguno ha declarado en el Juzgado” y tampoco fueron examinadas las periciales sobre las características de la estación de Castelldefels “desde el punto de vista de estructura física, salida de pasajeros, señalización y medidas de seguridad”.

Sin embargo, la Audiencia de Barcelona rechazó el recurso presentado por las defensas de las víctimas, que califican de “rápida y poco profunda” la investigación judicial, destacando que el juez instructor practicó “las diligencias esenciales para determinar lo sucedido” las cuales se realizaron “con una celeridad que tampoco puede confundirse con la precipitación".

El cónsul de Ecuador en Barcelona, Freddy Arellano, también expresó su satisfacción por la reapertura del caso y apuntó que espera que se demuestre que el suceso no fue solo por una imprudencia.

Arellano señaló que supone un motivo de “esperanza” que la Audiencia haya decidido que se reabra la causa y agregó que en el nuevo proceso estarán “vigilantes” para que no se conculque el derecho de las familias de las víctimas a saber qué es lo que ocurrió.

En su momento, el Gobierno de Ecuador, por medio de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami), interpuso un recurso al archivo de las diligencias por entender que “hubo muy poco tiempo para estudiar los más de mil folios de la causa”.

El siniestro, el accidente ferroviario más grave ocurrido en España desde el 2003, conmocionó al país por producirse en un contexto festivo con motivo de la celebración de la Noche de San Juan.

Víctimas ecuatorianas
Siete ecuatorianos fallecieron atropellados en Castelldefels.

Guayas
Claudio Javier Mejía Aguas, (24) y Danny Ariosto Cedeño Caina, (25) de Guayaquil; Rosa María Vivar Arboleda, de 20 años, de Balzar.

Manabí y Bolívar
Franklin Chóez Troncoso, de 21 años, de Portoviejo, Manabí; Jipson Eduardo Silva García, de 19 años, de San Luis de Pambil, cantón Las Naves, provincia de Bolívar.

El Oro y Pichincha
Janela Lizeth Luna Vaca, de 16 años, de la parroquia La Avanzada, ubicada en el cantón Santa Rosa. Diego Chamorro Pincheo, de 24 años, de Quito.