El paradero de la recolecta del imam de Lleida, Abdelwahab Houzi, para construir una nueva mezquita en un polígono industrial de la ciudad vuelve a ser objeto de polémica al desvelarse que al menos una parte se ha destinado al pago del alquiler del local del templo actual, aunque no se utiliza porque está clausurado por exceso de aforo. La Fiscalía abrió una investigación a finales de año ante la denuncia de posibles irregularidades en la gestión económica del templo, en la que el imam habría declarado que parte del dinero se ha gastado para pagar el alquiler, de 3.000 euros al mes.

Según el Fiscal, Juan Boné, esto no constituye delito. «No supone una apropiación indebida ni una desviación de fondos», explicó, y añadió que entra en el cumplimiento de sus obligaciones como líder de la comunidad religiosa. Sin embargo, reconoció que la acción puede generar reparos entre la comunidad que ha hecho las donaciones pensando que eran para el templo nuevo.

El imam, por su parte, insistió en que «el dinero está en un banco» y negó haberlo gastado. Sin embargo, reconoció que está en la cuenta general de la comunidad, con lo que «una parte se ha tenido que destinar a los gastos de la mezquita de la calle del Nord».