SUCESOS

Salt se blinda contra sustos

Temor a alborotos tras la muerte del joven que se precipitó al vacío desde una altura de cinco pisos durante una persecución policial

La Vanguardia, ENRIQUE FIGUEREDO SÍLVIA OLLER - Salt , 21-01-2011

La policía de Girona tiene los ojos puestos en Salt, después que ayer por la mañana se confirmara la muerte de Mohamed Reda, el joven marroquí de 16 años que se precipitó al vacío desde una altura de cinco pisos durante una persecución policial el pasado 8 de enero. La posibilidad de que el fallecimiento del joven encendiera de nuevo los ánimos de los alborotadores que el pasado viernes ya se manifestaron ante las puertas de la policía local, culpando a los agentes del accidente de su amigo, mantiene en alerta las fuerzas del orden, que han reforzado su presencia en el municipio, tanto con agentes de paisano como, sobre todo, de uniforme.

Aparte de un mayor número de agentes uniformados de los Mossos d´Esquadra que se veían ayer patrullar por las calles de Salt, el cuerpo tiene en retén a otros agentes, preparados para actuar en caso de que fuese necesario. Algunas de las vías más céntricas, como la calle Francesc Macià, fueron escenario a las tres de la tarde de un control de los agentes del área regional de recursos operativos (ARRO) de los Mossos d´Esquadra. Precisamente varias furgonetas de estas unidades patrullaban anoche por las calles de municipio.

La calma tensa de otros días y, especialmente, de otras noches se repetía ayer, pero con la diferencia que hasta las 12 de la noche, el partido de fútbol entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid mantenía los bares y restaurantes del barrio llenos. La parroquia que veía el encuentro en televisión, formada principalmente de población de origen magrebí, se concentraba en la pantalla y dejaba la calle más vacía de lo habitual a esas horas. Mientras duró el partido de Copa del Rey, se diría que los mossos d´esquadra que escrutaban las calles desde sus furgonetas se habían quedado sin qué vigilar.

La noche de ayer era fría, pero a la vez cristalina. La humedad de otras noches recientes no se transformó en las primeras horas de oscuridad en la niebla que a veces rodea Girona o Salt. Pero los paseantes, esos vecinos de calles como Francesc Macià o Àngel Guimerà que salen de sus casas para, como dicen ellos, sencillamente dar una vuelta, reaparecieron. Eso sí, embozados casi todos con las capuchas de sus jerséis.

La policía autonómica desplegó toda una batería de medidas disuasorias, como fue el incremento de patrullas en la calle, con el objetivo de retener a aquellos que quieran cometer nuevos altercados. La alcaldesa, Iolanda Pineda, en un comunicado, lamentó la muerte del joven y lanzó un mensaje a los que intentaran cometer nuevos actos incívicos.

“El triste desenlace de este trágico episodio no justifica ningún tipo de acto de vandalismo”, manifestó. Añadió que “Salt merece un futuro de paz y concordia” y que sólo se logrará con la implicación de todos. Pineda lamentó la muerte de Reda y mandó su más sentido pésame a la familia y a los trabajadores de la Fundación Resilis, que gestiona el Centre Residencial d´Acció Educativa de Salt, donde residía el joven que, finalmente ayer, falleció en el hospital.

La policía local arrestó el miércoles por la noche a un vecino del municipio de 33 años, nacionalidad española y vinculado a grupos de extrema derecha por la quema de un contenedor. El detenido, Francisco A. R. tiene antecedentes por robos con fuerza, con violencia e intimidación, violencia sexista y contra la salud pública. El hombre, que iba borracho, fue identificado por varios testigos que vieron como prendía fuego a un contenedor de papel en las confluencias de las calles Pacheco y Torres i Bages. Los testigos, dos jóvenes magrebíes y un matrimonio gambiano, lograron evitar que el fuego se propagara a otro contenedor y avisaron a los bomberos y a la policía local. El detenido pasará probablemente hoy a disposición judicial.

Mecus, un nigeriano propietario de un colmado en la calle donde se registró el incendio, lamentó la criminalización a la que cree que está sometido el colectivo inmigrante en Salt. “Hace más de quince años que vivo en Salt, por lo que ya me considero de aquí. Y por supuesto que iré a la manifestación”. La mayoría de las entidades de inmigrantes del pueblo ya se han sumado a la marcha del sábado que tiene el lema “Queremos vivir en Salt en paz y bien”.

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