El sexo en las calles de BCN | transformación de la zona universitaria

Las reformas junto al Camp Nou desvían la ruta de la prostitución

La mayor vigilancia ahuyenta a los clientes y dispersa el negocio hasta la Diagonal. La nueva calle de Martí i Franquès borra del mapa el descampado de los travestidos.

El Periodico, DAVID PLACER / Barcelona, 21-01-2011

El mapa de la prostitución en la zona universitaria se encuentra en plena transformación. La construcción de nuevas calles y la reforma urbana que incluye la mejor iluminación desde el Camp Nou hasta la Diagonal, ha hecho desaparecer el gran descampado de los travestidos donde se concentraba una gran oferta de prostitución y ha desplazado el negocio a vías más escondidas. Las reformas y presión policial han hecho que las prostitutas se dispersen hasta la Diagonal e incluso hasta el término municipal de L’Hospitalet.

El negocio del sexo en la zona se ha declarado en crisis. Lo confirman, por unanimidad, las prostitutas de la zona que han experimentado en los últimos dos años una bajada estrepitosa de la clientela. Muchos travestidos han decidido marcharse a otros países europeos. «Conozco a gente que se ha ido a Suiza, a Francia y a Italia. Aquí ya no se gana dinero como antes. No nos preocupa tanto que pongan más luz o que reformen las calles porque nos podemos mover de lugar. El problema es que los clientes tienen miedo de que los multen y han dejado de venir», explica un travestido colombiano.

50 PROSTITUTAS CADA NOCHE / Pese a que las reformas en Les Corts han dispersado la oferta de prostitución, unas 50 continúan ejerciendo esta profesión en la vía pública. Las africanas han optado por ubicarse en los laterales de la avenida Diagonal, protegidas entre la vegetación. Otro grupo de mujeres de Europa del Este se han desplazado hasta el parque de Can Rigal, en la frontera de Barcelona y L’Hospitalet, mientras que otras, las más numerosas, se han concentrado en la avenida de Joan XXIII, al lado de la masía del Barça.

La reforma de las calles de la zona, que comenzaron en el 2009 y se encuentran a punto de finalizar, fueron acordadas por un convenio a través del cual la Universitat de Barcelona y la Universitat Politècnica de Catalunya cedían al ayuntamiento la gestión de las calles de la zona. Las universidades tenían dificultades para mantener en buenas condiciones el espacio público y decidieron ceder esta competencia. Desde que el ayuntamiento asumió el control de la vía pública, en el 2008, ha invertido un total de nueve millones de euros en las reformas de las calles de Baldiri i Reixac, Martí i Franquès, Jordi Girona y Pasqual i Vila, que todavía se encuentra en obras, entre otras vías.

330 MULTAS / Las largas colas de coches han dejado de ser habituales en el pasaje nocturno. «Antes cobrábamos hasta 70 euros por cliente. Ahora tenemos un acuerdo entre todas de ofrecer un precio de entre 20 y 30 euros, pero ya hay muchas que ni eso respetan. El precio final lo pone el cliente y no tenemos más remedio que aceptar», asegura otro travestido.

La vigilancia policial es constante desde hace más de un año. La Guardia Urbana ha impuesto entre septiembre del 2009 y el otoño del año pasado un total de 330 denuncias relacionadas con la prostitución en la zona, la mayoría de ellas a clientes por solicitar estos servicios y por mantener relaciones sexuales en la vía pública, generalmente en las entradas de los párkings. Desde septiembre del año pasado, la policía también ha impuesto cinco denuncias por posesión de armas y 22 por tenencia de drogas.

La bajada de clientes se refleja en cada esquina. La madrugada del sábado en la calle de Pau Gargalló (que no ha sido reformada) un grupo de travestidos organizaba un botellón. «No tenemos clientes y pasamos el rato», explicaba Elizabeth. Muy cerca, en el párking provisional de la Bederrida, tres travestidos pasaban la noche charlando con dos viejos amigos. Al lado, otros dos confirman que el negocio se ha invertido. Ahora ellos son los que salen en coche y dan vueltas para buscar clientes.

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