Un operativo conjunto de la Guardia Civil de Alicante y la Policía Nacional de Valencia ha logrado desarticular una importante red de narcotraficantes que introdujo al menos 600 kilos de cocaína oculta en contenedores a través del Puerto de Valencia. La ‘operación Almo’, que arrancó hace más un año y medio, acumula ya cerca de una treintena de detenidos de origen colombiano y español.

Al menos doce de los arrestados en la ‘operación Almo’ se encuentran en prisión preventiva desde finales de diciembre por orden de una juez de Torrevieja. Sin embargo, las diligencias, que continúan protegidas por el secreto de sumario, podrían acabar siendo competencia de un magistrado de Elche, según las fuentes consultadas.

Entre los sospechosos capturados figura un individuo que se hace llamar ‘padre Vicente’, un falso cura que al parecer regenta un albergue para inmigrantes en Valencia. Fuentes cercanas al caso explicaron a este diario que incluso el Ayuntamiento de la capital autonómica se ha interesado por la situación personal del presunto impostor, lo que podría responder a que mantiene un convenio de colaboración con la hipotética congregación religiosa que gestiona ese albergue.

Ayer, los vecinos no daban crédito a la detención, y muchos coincidían en comentar que es un «buen hombre» que ayudaba a la gente necesitada. Sin embargo, también hay voces críticas con la actitud del ‘padre Vicente’. Otro de los vecinos comentó ayer que principalmente acogía a inmigrantes que tuvieran conocimientos de albañilería, a los que posteriormente se llevaba a trabajar a obras y «les pagaba 2 euros a la hora». A cambio, al parecer, les daba cajas de comida caducada.

El grupo ha sido desarticulado en varias fases. Las pesquisas, en las que participan agentes del Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga (Edoa) de la Guardia Civil y especialistas en narcóticos de la Policía Nacional, revelaron que la red disponía de diversos escalafones jerárquicos y las diferentes funciones estaban perfectamente distribuidas entre sus miembros. Por eso la causa se sigue, además de por un delito de tráfico de estupefacientes, por asociación ilícita. Uno de los implicados, por ejemplo, fue apresado cuando transportaba en un vehículo poco más de un kilo y medio de cocaína.

Los presuntos ‘cabecillas’ de la organización podrían haber contado con la colaboración de trabajadores del Puerto de Valencia para introducir la droga, que viajaba a bordo de contenedores en buques mercantes procedentes de algún país latinoamericano. Los ‘topos’ también habrían sido detenidos y encausados en el procedimiento. Los investigadores no han cerrado aún la operación. Siguen, según fuentes próximas al caso, tras la pista de otros sospechosos.

A mitad del mes de diciembre, los agentes de la Guardia Civil registraron varios domicilios en Torrevieja y también en Arenales del Sol. Al parecer, la documentación hallada en poder de uno de los miembros de la organización puso los investigadores del Edoa sobre la pista de un alijo de cocaína que supuestamente iba a llegar en un contenedor desde Canarias antes de Navidad.