C. FRESNEDA / Nueva York

La 'Madre Tigre' de América

Hija de inmigrantes chinos, acusa a los padres occidentales de ser demasiado blandos y crear una generación de perdedores que llevará a EEUU al declive EL ZOO DEL SIGLO XXI / AMY CHUA

El Mundo, , 20-01-2011

Corresponsal

El odio, el miedo y el resentimiento creciente hacia China en EEUU se está canalizando estos días hacia una sola persona. No hablamos del presidente Hu Jintao, de visita en Washington, sino de la escritora Amy Chua, más conocida como Madre Tigre, posiblemente la mujer más insultada, vilipendiada e incomprendida en la tierra del Tío Sam.

Chua, hija de inmigrantes chinos y nacida en Chicago, ha tenido la osadía de arremeter contra los padres occidentales por ser demasiado blandos y condescendientes con sus hijos, contribuyendo así a la formación de una generación de «perdedores» que marcará el declive de EEUU.

En el polo opuesto, las madres chinas aplican a sus hijos una estricta disciplina que incluye el castigo, la humillación y el insulto. Así explica Chua el éxito de los estudiantes asiáticos, virtuosos del violín y genios de las matemáticas. Y como inmejorable ejemplo, sus propias hijas: Sophia y Lulu. Por eso, Chua defiende el método de la «maternidad extrema» en un libro, Battle Hymn of the Tiger Mother, que se ha convertido en algo así como una amenaza nacional.

De todo el país le llueven críticas por insultar y «torturar» a sus hijas. Chua, profesora en la Universidad de Yale, no ha permitido nunca que queden con sus amigas después del colegio, ni las ha dejado ver la televisión o jugar con el ordenador. Ha elegido siempre sus actividades extraescolares, obligándolas a tocar violín o piano: «Los niños por sí mismos no quieren trabajar, y por eso es crucial decidir por ellos».

Las madres chinas, asegura, «no creen en los talentos naturales, ni en esa vaina de que cada niño es especial». De una cosa están convencidas: el «trabajo duro» es la llave del futuro. No permiten unas notas inferiores a la A o al sobresaliente. «Si un niño no da la talla, la solución es siempre criticarlo, castigarlo y humillarlo». Cuando Lulu trajo a casa una B en Matemáticas, la tuvo en vela toda la noche haciendo 2.000 problemas. Cuando era incapaz de tocar perfectamente una canción, la llamó «perezosa, cobarde y patética»: estuvo sentada horas al piano sin poder siquiera orinar.

Insultar a sus hijas o llamarlas «basura» es parte de la rutina de Chua, que admite que su férrea disciplina le ha provocado más de un enfrentamiento con su marido judío, Jed. «Pero al final me ha reconocido el mérito por el éxito académico y personal de mis hijas».

La mayor, Sophia, tocó el piano en el Carnegie Hall a los 16 años y estos días sale en su defensa: «Querida Madre Tigre, me has ayudado a ser más independiente. Si muero mañana, sabré que he disfrutado de la vida un 101%». La propia Chua asegura que estará eternamente agradecida al trabajo duro que le inculcaron sus padres.

También Suzane Venker, en las páginas del New York Post, ha salido en su defensa, asegurando que «América necesita a la Madre Tigre». Sin embargo, en The New York Times, David Brooks recuerda la elevada tasa de suicidios entre las jóvenes asiáticas y se pregunta si no está relacionada con esa obsesión por la perfección y por la represión emocional de niños educados «al estilo oriental».

Brooks acusa también a la Madre Tigre de «estar mofándose de los padres occidentales» y de explotar conscientemente «el miedo al declive nacional que existe en EEUU».

1962: Nace en Chicago, hija de inmigrantes chinos. 1984: Se licencia en Económicas en Harvard. 1987: Se licencia en Derecho. 2003: Escribe su primer libro, ‘World on Fire’, sobre los efectos de la globalización en los conflictos étnicos. 2011: Publica ‘Battle Hymn of the Tiger Mother’, sobre sus experiencias como madre estricta a la usanza china en EEUU. Desata una gran polémica a raíz de un artículo en ‘The Wall Street Journal’.

«La solución, cuando un niño no da la talla, es siempre criticarlo, castigarlo y humillarlo»

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