19 años de cárcel para El Rafi por el crimen de Bujalance

El País, MANUEL J. ALBERT, 19-01-2011

A Rafael Hidalgo Castro, alias El Rafi, le han caído todos los años que solicitaba la fiscalía y la acusación particular por asesinar a su vecino José Reyes en Bujalance (Córdoba) en noviembre de 2008. Fuentes judiciales avanzaron a la agencia Efe que el acusado – que fue declarado culpable por un tribunal popular el viernes – ha sido sentenciado a 17 años de prisión por asesinato y a dos años y siete meses por tenencia ilícita de armas, lo que coincide con la pena que pedía la fiscalía. La defensa del Rafi recurrirá la sentencia.

Durante el juicio, los nueve miembros del jurado consideraron probado que el 9 de noviembre de 2008, el Rafi disparó en la sien derecha, con ánimo de matar, a José Reyes, un hombre de 51 años y etnia gitana que solo podía desplazarse con muletas.

Reyes se encontraba mediando en una disputa entre su familia y la de Hidalgo Castro. Justo cuando el discapacitado estaba siendo zarandeado por un hermano del Rafi, éste apareció de repente y le disparó con un revólver del calibre 22, originalmente de fogueo, pero amañado para detonar munición metálica. En el momento del suceso, El Rafi, que hoy tiene 30 años, se encontraba fugado de la cárcel de Córdoba, donde debía cumplir sentencias por robo.

La defensa sostuvo durante el juicio que existían dudas sobre la intencionalidad del disparo. Además, alegaba como atenuante la adicción de El Rafi a las drogas y un trastorno antisocial corroborado por los forenses. Por ello, pedía una pena de un año de cárcel por homicidio imprudente grave o, en su lugar, cinco años por homicidio con eximente incompleta. Pero el jurado solo admite que el acusado sufre un trastorno de la personalidad “que le provoca una limitación moderada de su voluntad, con bajo control de sus impulsos”.

Los forenses no pudieron determinar la distancia a la que se produjo el disparo. Debido a la intervención quirúrgica a la que se sometió a Reyes, en el hospital Reina Sofía, para intentar salvarle la vida, se eliminaron los elementos que indican los centímetros o metros a los que se detona un arma de fuego, como los restos de metal o pólvora.

Lo que sí desmontaron los peritos en el juicio fue la versión del Rafi, quien afirmó que disparó a bulto desde el suelo cuando estaba siendo golpeado. Según los forenses, esto era imposible ya que la trayectoria del proyectil era horizontal, lo que indica que el arma y la cabeza de la víctima se encontraban en el mismo plano. La bala entró a unos centímetros por encima de la oreja derecha y se alojó tras la ceja del mismo lado. Reyes tardó 14 días en morir.

Tras el disparo, Hidalgo Castro desapareció de la escena del crimen. En su huida, logró zafarse de una patrulla de la Guardia Civil que había llegado a esposarle. Unos días más tarde fue detenido en Andújar (Jaén).

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