Todas las fuerzas políticas del Consistorio de Salt (Gironès), capitaneado por la socialista Iolanda Pineda, han decidido que se suman a la manifestación que el sábado recorrerá las calles del centro bajo el lema Queremos vivir en Salt en paz y bien. La clave para que todos se hayan unido es que se trata de una marcha que aúna a la sociedad civil, con el apoyo de una veintena de asociaciones culturales, de vecinos y de inmigrantes.

Pineda puso el lunes en cuarentena la decisión de secundar la convocatoria por el peligro que entraña. La concentración puede originar un nuevo episodio de tensiones en la localidad, que en un año ha vivido dos situaciones conflictivas: en marzo de 2010 varios vecinos autóctonos e inmigrantes se enfrentaron a las puertas del Consistorio; el pasado fin de semana, una ola de violencia callejera dejó 9 contenedores y 12 vehículos (cinco coches y siete motocicletas) quemados. “La apoyamos porque es una manifestación unitaria”, aseguró ayer Pineda.

La Asociación de Vecinos del Barrio Centro ya propuso, tras los incidentes de la madrugada del domingo, una acción que mostrase el rechazo a la violencia callejera. La marcha partirá a mediodía de la plaza de los Peces y acabará delante del Ayuntamiento, donde se leerá un manifiesto que propugna la unión del pueblo y pide mano dura contra la delincuencia.

En Mataró, por otra parte,la resistencia de un hombre magrebí a que la grúa se llevara su coche (aparcado en doble fila) degeneró en un enfrentamiento verbal entre un grupo de jóvenes que apoyaban al infractor y la policía. Agentes antidisturbios tuvieron que intervenir para evitar que el conflicto fuese a mayores.