La congresista demócrata atacada ayer posee una sólida carrera política en Arizona, donde logró vencer en un duro pulso al candidato del Tea Party en la convocatoria electoral del pasado noviembre. Su último mensaje en Twitter animaba a participar en su primer debate a pie de calle del año. «Por favor, espero contra con vosotros para decirme qué pensáis o twitteadme después», había escrito a sus seguidores. Aunque Giffords había sufrido otros incidentes, nunca pudo imaginar que su vida estaría en juego mientras trataba de ejercer la política a pie de calle en una tranquila mañana en Tucson.

En su intensa carrera en Washington, Giffords ha ocupado la dirección de subcomité de la Cámara de Representantes para el Espacio y la Aeronáutica, y cuenta con un cargo en los comités de Ciencia y Tecnología y Servicios Armados. De sólidas convicciones progresistas, sus últimos esfuerzos se centran esfuerzos en la reforma de la legislación sobre inmigración. Como buena parte de los demócratas del sur de EE UU sus puntos de vista sobre los asuntos candentes se sitúan más al centro del espectro político.