«Ya queda poco. A los ‘Bartolos’ se le ha dado demasiado cuartelillo pero eso se ha terminado. Y además todos los partidos estamos de acuerdo. No tienen otra salida». Peio López de Munain (Vitoria, 1954) casi toca con los dedos la reinserción del clan gitano más polémico de Vitoria. El edil socialista analiza su gestión al frente del departamento más sensible a los azotes de la crisis, donde asegura que se ejerce un «estrecho control» de las subvenciones. En Vitoria, asegura, «no hay nadie que necesite ayudas sociales y que no las reciba. Somos un referente para otras ciudades».

- El Síndico ha exigido que se desmantele el «campamento ilegal» que han montado los ‘Bartolos’ en Los Huetos. ¿Va a hacer algo el Ayuntamiento?

- Agradezco mucho la advertencia, pero la verdad es que a estas alturas retirar eso ya es lo de menos. La razón es que el proceso con esa familia está avanzado y de cara a la resolución del conflicto eliminar ese campamento causaría más problemas que beneficios. Lo importante es enterrar de una vez por todas este problema, que viene desde la época de José Ángel Cuerda.

- Esto parece un culebrón. Muchos vitorianos creen que ese clan se ha reído del Ayuntamiento durante décadas y que nadie hace nada.

- Pues sí. Han hecho lo que han querido. Y encima les han dejado. Me acuerdo de las manifestaciones en la calle Galicia, cuando los vecinos les acusaban de trapichear con droga. Se les trasladó y se llevó el problema a otro sitio. Se ha mirado para otro lado. Por la paz, un avemaría. Pero nosotros llegamos al gobierno y les dijimos que hasta aquí habíamos llegado. Vitoria está harta de los ‘Bartolos’, y ellos lo saben.

- ¿Cómo está la negociación? Se sabe que están trabajando con la complicidad de todos los partidos, pero poco más.

- Esa es la clave. No voy a poner anuncios en la Prensa para explicar cada avance. Pero puedo decir que los niños ya están escolarizados. En la famosa casa de Los Huetos no vive nadie, están fuera.

- Pero porque está que se cae y acampan en el solar de atrás.

- No. Les dijimos que fueran a la parcela que utilizan los rumanos en Aguirrelanda. No querían. No les dimos otra alternativa. Así que ellos se han lanzado a buscar un lugar por su cuenta. Están desperdigados, por fin se están separando, aunque se reúnen allí a veces. Unos están fuera de Vitoria y otros en barrios. Llevan así más de seis meses y no hay conflictos.

- Dicen que los que están en Gamarra han dado problemas.

- Bueno, creo que son cuestiones menores que también ocurren entre comunidades de payos.

- ¿Cómo está el proceso de compra de los pisos de Los Huetos para derribar el bloque?

- A punto de caramelo. La Junta de Gobierno Local ya me ha dado la capacidad de firmar la compra. Estamos al final. Por fin hemos llegado a un acuerdo para reinsertar a los ‘Bartolos’. Ellos han aceptado y van a tener un comportamiento cívico. Sólo queda realizar la tramitación burocrática. Nosotros volveremos a gestionar sus ayudas – se las suspendimos en su día – y les daremos formación.

- ¿Se marca algún plazo?

- No. Sería un error.

- En 2011 el presupuesto de su departamento se ha congelado. Y con la que está cayendo.

- Ya, pero antes hemos hecho muchas inversiones a pesar de la crisis y este año toca destinar todo el dinero posible a atender a los ciudadanos. Tenemos una cobertura de pisos, camas y servicios superior a la demanda. Le doy datos. El albergue municipal tiene 67 plazas y la media de ocupación es de 61. El Aterpe tiene 32 plazas y se usan 27.

- A pesar de ello, hay 48 personas que duermen a diario en la calle y asociaciones de voluntarios que les ayudan. ¿No puede dar la sensación de que el Ayuntamiento no hace los deberes?

- Cada uno hace lo que quiere con su tiempo y su dinero. Pero yo no puedo dar ayuda gratis sin pedir algo a cambio porque manejo el dinero de todos los vitorianos. Aquí no hay barra libre. Y en Vitoria el que duerme en la calle es porque quiere.

Cobros ilegales

- ¿Quien recurre al nuevo teléfono para avisar de un posible fraude en las AES es un delator?

- Para mí quien llama no es un chivato, sino una persona responsable. Muchos decían que conocían un montón de casos de cobros ilegales y nos sorprendía, por eso habilitamos esta medida. Pero resulta que ese ‘run run’ de la calle no se corresponde con la realidad, porque esos que tanto hablaban no denuncian.

- El ex alcalde Cuerda o Antonio Altarriba, en entrevistas concedidas a este periódico, se han posicionado en contra.

- Vale. Pero ¿es un chivato el que denuncia que a su vecina le pega su marido? Yo creo que no.

- Pero esa labor de inspección corresponde a los funcionarios.

- Claro, y desde 2005 tenemos un protocolo de fraude que tiene excelentes resultados. Hay varios mecanismos de control y el teléfono es sólo uno más. Por ahora sólo hemos retirado tres prestaciones. Es decir, ya se estaba trabajando bien.

- Un ciudadano que llamó al teléfono dice que una asistenta social reveló su nombre al denunciado.

- Eso es mentira. Y si alguien demuestra que es cierto, que no va a pasar, se tomarán medidas. Que me den los datos y lo investigo.

- Más chivatazos. La ministra de Sanidad pide a los clientes que denuncien el incumplimiento de la ley antitabaco.

- Insisto, aquí no hay ‘acusicas’. El Gobierno vela por la salud de los ciudadanos, así que si alguien ve un incumplimiento en un bar debe comunicarlo.

- ¿Vio al hostelero que reventó la máquina de tabaco a mazazos? ¿Teme que haya una revuelta?

- Para nada. No somos extraterrestres, en otros países se ha hecho lo mismo y no ha pasado nada.