Un joven ciudadano pakistaní falleció asesinado el pasado miércoles por la noche en la céntrica plaza Catalunya de Barcelona. Fue apuñalado durante el transcurso de una pelea en la que intervinieron varios ciudadanos de origen asiático. Las pesquisas continúan abiertas. La policía autonómica no ha practicado hasta el momento ninguna detención. Los luctuosos hechos ocurrieron pasados pocos minutos de las diez de la noche.

Hasta hacía apenas media hora las inmediaciones del lugar estaban atestadas de niños pequeños y familias completas contemplando las carrozas de la cabalgata de los Reyes Magos de Oriente. Muchos ciudadanos también llevaban a cabo sus últimas compras navideñas. Con todo, la agresión se produjo en un rincón de la plaza caracterizado por la escasa visibilidad. Los investigadores continúan buscando testigos presenciales del homicidio.

Los Mossos d´Esquadra informaron ayer brevemente del suceso. Según fuentes cercanas a la investigación, en la pelea a la postre fatal al parecer intervinieron hasta seis personas, probablemente todas ellas procedentes de Pakistán o India. La víctima apenas tenía veintiocho años. Los investigadores todavía tratan de aclarar si la mortal agresión se produjo en el marco de una discusión entre dos grupos de personas, si pudo ser un ajuste de cuentas o si el fallecido fue asaltado cuando estaba solo.

Fuera como fuese, la trifulca tuvo lugar junto a los setos y la zona ajardinada situados en el lado Besòs del espacio central de este concurrido lugar. No obstante, a esas horas, la mayor parte de los transeúntes prefiere evitar esos oscuros espacios de la plaza Catalunya y cruzarla a través del espacio central, mucho más luminoso. Las zonas ajardinadas son rincones donde abunda el trapicheo y el menudeo y, consecuentemente, las peleas y las discusiones en torno a la venta de todo tipo de droga y latas de cerveza.

Durante el transcurso de la trifulca la víctima sufrió una herida de arma blanca en el abdomen, así como numerosos golpes y contusiones. Los servicios de emergencia fueron alertados rápidamente, y el ahora fallecido fue trasladado aún con vida al cercano hospital del Mar. Pero allí los médicos no pudieron hacer nada por evitar el fatal desenlace. La puñalada que recibió en el abdomen fue definitiva.

Los delitos de sangre, sobre todo los graves, no destacan como habituales entre los miembros de la comunidad pakistaní. No obstante, ayer por la tarde muchos de los principales líderes de este colectivo de inmigrantes desconocían todavía lo ocurrido.