Una patera con 56 inmigrantes, 23 de ellos posibles menores, fue interceptada ayer cerca de la costa cuando se dirigía a la isla de Lanzarote, tras ser detectada por el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), según informaron fuentes de la Guardia Civil. Los ocupantes de la embarcación fueron trasladados a tierra y, según las primeras informaciones, todos se encuentran en buen estado de salud.

Una vez detectada la patera por el sistema de vigilancia se dio la alerta a la patrullera Danubio I de la Guardia Civil, a la que se indicó que había una embarcación a 5 millas de la costa de Arrieta, un pueblo costero ubicado en el municipio de Haría, al norte de la isla. En ese momento, la lancha del instituto armado se dirigió hasta el lugar indicado, interceptando la patera en plena travesía.

Las mismas fuentes apuntaron que la embarcación, que tenía un total de siete metros de eslora y una potencia de 40 caballos, fue trasladada hasta el Puerto de Naos, en la capital de la Lanzarote, Arrecife.

Al llegar a puerto, los servicios de Cruz Roja se hicieron cargo de los inmigrantes, que en principio no presentaban ningún problema de salud. Cerca de la mitad de los ocupantes parecían menores de edad, aunque este número puede aumentar cuando se realicen las pruebas médicas correspondientes para conocer con exactitud la edad de los interceptados. Una vez constatado el buen estado de salud de todos los inmigrantes, será la Policía Nacional quien se haga cargo de realizar las tramitaciones para su repatriación.

Esta patera es la primera que arriba a las costas de Canarias en lo que va de año, mientras que la última embarcación que llegó al archipiélago lo hizo el pasado 26 de octubre de 2010 a la Playa del Aeroclub, dentro del término municipal de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria). En Andalucía, otro de los ‘puntos calientes’ de la inmigración ilegal por el estrecho, el año 2010 se cerró con casi un millar de personas atendidas por la Cruz Roja en 62 intervenciones. Entre los inmigrantes atendidos, en su mayoría de nacionalidad argelina y subsaharianos, se identificaron 125 menores y 33 mujeres, de las que cuatro estaban embarazadas.