Un momento del emotivo acto que se celebró ayer en el lugar donde sucedió el accidente. :: P. A. / AGM

La asociación de inmigrantes ecuatorianos Intiraymi rindió tributó ayer tarde a los doce ecuatorianos muertos el 3 de enero de 2001 al ser arrollados por un tren, al cumplirse el décimo aniversario del accidente.

El acto memorial consistió en una visita al lugar del accidente, en la pedanía de Torrecilla, donde estaba el paso a nivel sin barreras, ya eliminado, en el que un tren arrolló la furgoneta en la que los inmigrantes se dirigían a trabajar a una explotación agrícola.

En ese lugar, los miembros de la asociación colocaron un ramo de flores, leyeron poemas en recuerdo a las víctimas y entonaron una canción. Entre los asistentes estaba el presidente de Intiraymi, Luis Ochoa, muy emocionado al recordar a sus compatriotas, y el alcalde, Francisco Jódar, quien dejó flores en el lugar del accidente.

El suceso de hace diez años abrió un proceso penal para depurar las responsabilidades del mismo que concluyó dos años después con la condena a tres años de cárcel conmutables por su expulsión del país al ciudadano de Ecuador Nelio Elías León Vergara, conductor de la furgoneta. El conductor fue acusado de doce delitos de homicidio involuntario por imprudencia grave y un delito de lesiones en la persona de Nancy Verónica Porras, entonces una niña de 13 años, que sobrevivió al siniestro y de un delito de imprudencia grave al provocar el descarrilamiento del tren.

La sentencia con pena de cárcel para el ciudadano ecuatoriano fue conmutada por su expulsión del país y supuso la deportación del conductor en las semanas siguientes con la prohibición de regresar a España en los tres años siguientes.

Los 44 familiares directos de los fallecidos y la niña que resultó herida fueron indemnizados a lo largo del año 2002 con dos millones de euros por la compañía aseguradora del furgón.