El juzgado de Instrucción Número 3 de Puerto de la Cruz (Tenerife) condenó ayer, al director de la televisión local, Mi Tierra, Manuel López Peraza, al pago de una multa de 1.440 euros por conducir un turismo sin carné. El coche, un Audi A6, era propiedad del alcalde, Marcos Brito, de Coalición Canaria, y a cuyo nombre figura el seguro del vehículo.

El propietario de la televisión fue sorprendido por la Policía local el pasado 28 de diciembre cuando pilotaba el coche por Puerto de la Cruz.

La sentencia condena a López Peraza a ocho meses de multa a razón de seis euros diarios. El juez no ha entrado a valorar el papel que ha desempeñado el regidor.

La condena de José López Peraza ha levantado una ola de indignación en el grupo de la oposición en el consistorio de Puerto de la Cruz. Para los socialistas se trata de un “escándalo mayúsculo” ya que supone la confirmación de la estrecha relación entre el mandatario nacionalista y el propietario de la televisión local. “Se trata de una televisión de extrema derecha, es el brazo armado del alcalde, que debería presentar su dimisión”, indicó la secretaria de los socialistas portuenses, María Jesús Ferrer, tras conocer la sentencia.

El canal Mi Tierra Televisión se ha caracterizado por la violencia verbal de su propietario, quien ha llamado a la secretaria general de los socialistas “goda”, “hedionda”, “tipeja” y “mataburros”, lo que le costó una condena.

En el programa El Chanchullo, en relación con la denuncia a un profesor de Cádiz interpuesta por un alumno de confesión musulmana por un delito de maltrato de obra por motivaciones xenófobas, José López Peraza mostró su indignación de esta forma: “Que venga un moro, en este caso comemierda, y yo esté dando clase y esté hablando del clima en el lugar en donde vivo y diga que la parte de la sierra es importante porque se puede curar el jamón bien, y se sientan ofendidos el niño y el padre… ¡Váyanse a la mierda! Lo cojo al chico, le meto una patada en la rabadilla del culo… Ven para acá, Mohamed… Y cuando venga el padre le hago lo mismo. Si no me ve nadie tranco al chico, y le obligo a comerse un bocadillo de jamón serrano y le digo ’cabrón, tú te vas a comerte esto, ahora”.