En 2010 el número de nacimientos cayó a poco más de uno por día y se situó en 392

El Correo, MARÍA ÁNGELES CRESPO, 03-01-2011

La ciudad sigue la tónica en relación con el descenso progresivo de nacimientos; y si ya en 2009 en Miranda se superó muy ligeramente la barrera de los 400 nacimientos, en 2010 la cifra, que ha sido casi redonda se ha quedado por debajo puesto que como consecuencia de los 383 partos atendido en el Hospital Comarcal Santiago Apóstol, en Miranda se inscribieron como nuevos mirandeses un total de 392. La cifra es dispar porque también en la ciudad se producen partos gemelares. En 2010 el número de parejas de hermanos ha sido de 9.

La principal novedad con respecto a las estadísticas de períodos anuales anteriores es que, por vez primera en los últimos cinco años, han sido más las niñas, 201, frente a los 191 chicos.

Teniendo en cuenta las cifras finales de los nacimientos que se han producido en la ciudad en el último año de la década, cabe significar también que el dato deja patente que «el ratio es de poco más de uno al día», apuntó el director médico del hospital, Esteban Ereño. También fue él quien dejó patente que en Miranda «se observa la tendencia más o menos generalizada de descenso de alumbramientos».

Fue en el año 2007 cuando se batieron todos los registros. El incremento de nacimientos era progresivo y en aquel momento en el Santiago Apóstol llegaron a nacer 451 niños. Fue en ese momento donde se inició la curva decreciente. En el 2008 los nuevos ciudadanos mirandeses fueron 446, mientras que en 2009 la barrera de los 400 se superó de un modo muy ligero pues nacieron en la ciudad 195 niñas y 218 niños, un total de 413. Y todo apunta a que en los próximos años las cifras seguirán registrándose a la baja.

Inmigrantes

Sin duda, las familias inmigrante contribuyen al incremento poblacional. También en esta estadística fue el 2007 el año que marcó tendencia porque fue el que sirvió para que el número de hijos de madres extranjeras se situara por encima del 20%. En 2010 fueron la cuarta parte de los nacidos en la ciudad. Los 100 hijos de estas familias han supuesto el 25,5% del total de los nacimientos.

La comunidad que ha crecido más ha sido la marroquí, con 29 niños y niñas. Inmediatamente detrás se situó el pasado año la rumana con quince pequeños. Por otra parte 10 fueron los nacidos en el seno de familias de procedencia portuguesa.

En relación con el importante número de hijos de extranjeros el director médico del hospital mirandés aporta la explicación. «La gente emigra cuando es joven y por esa misma razón, la edad de los padres, es habitual que aumenten sus familias. Ocurre en todos los lugares».

La edad tiene mucho que ver con los nacimientos, parece obvio, pero también es una circunstancia que tiene una gran incidencia en el desarrollo de los partos. Los datos facilitados ponen de manifiesto que en 149 de los atendidos en el hospital mirandés los facultativos optaron por facilitar el nacimiento del bebé mediante una cesárea, lo que supone casi un 40% del total.

Para Ereño el dato tiene su origen, en muchos casos «en que las mujeres se enfrentan a su primer parto cada vez con más edad y por eso debe aplicarse esta técnica más a menudo». Y desmiente que se haga por comodidad de los médicos. «Hacer una cesárea implica un riesgo, es un intervención y ninguno de nosotros opta por ella para quitarse trabajo. Cuando se decide que es necesaria es porque ya hemos agotado el resto de vías y pretendemos, además, evitar cualquier complicación sobrevenida a un bebé por un parto muy largo».

También argumenta que como el Santiago Apóstol no tiene una unidad específica de neonatos «es prioritario no correr riesgos innecesarios para los niños». Aun cuando no hay dotaciones específicas la atención para las madres y los recién nacidos son las mismas que en cualquier otro centro sanitario y, además, dadas las dimensiones del hospital «la ventaja que tenemos es que la madre y el pequeño, si los dos están sanos, están juntos desde el primer momento».

El trabajo este año en la Unidad Materno Infantil ha sido «normal; así puede calificarse». Eso sí, sin llegar a la actividad frenética, en los últimos días se han escuchado los llantos de los nuevos mirandeses. Eso sí, cuando más hubo fue en el mes de junio en el que nacieron 40. En marzo y octubre los inquilinos de la planta fueron 30 y el mes con menos nacimiento, 23, fue abril.

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