Son ciudadanos

Diario de noticias de Alava, , 27-12-2010

Recordar, al menos un día al año, que entre nosotros hay personas que con mucho dolor y sacrificio se han desplazado hasta nuestra tierra, dejando atras incluso su familia, para encontrar un futuro mejor es el mayor homenaje que se les puede hacer. La emigración es un fenómeno que emerge gracias al gran impulso económico que ha surgido con fuerza en estos últimos años. En nuestro país el fenómeno de la emigración ha sido de fuerte impacto de dimensiones desconocidas. En algunas poblaciones el porcentaje de personas venidas de otras latitudes es de tal envergadura que se ha llegado incluso a un 60%. El actual deterioro económico comienza ha sentirse entre los emigrantes. Algunos, los menos, han optado por regresar a sus países de origen pero la mayoría permanecen. Las situaciones en la que se encuentran varios de ellos no son las más optimas. El paro ha penetrado con gran intensidad entre el sector de población emigrante. Esto ha hecho que las instituciones hayan tenido que dedicar un volumen importante de recursos para paliar situaciones de pobreza y marginalidad importantes.

Los emigrantes, al contrario que la población autóctona, carecen del paraguas de la familia para verse de alguna manera protegidos. La Administración se ha percatado de todo ello y es más sensible hacia los emigrantes que hacia el resto debido a esa más intensa vulnerabilidad. Esto ha levantado cierto malestar en el resto de la población Las instituciones no han estado suficientemente acertadas y ágiles para realizar la pedagogía necesaría y evitar los recelos que se están levantando. Unos recelos que pueden acarrear serias reacciones si la mala situación económica persiste. La escasa o nula integración de algunos colectivos de emigrantes sumados al mayor apoyo institucional que se tiene con la emigración por ser un sector muy castigado por la crisis y con mayor riesgo de exclusión social es un cóctel muy peligroso. Todos debemos hacer un gran esfuerzo para superar las numerosas reticencias que se tienen. El fenómeno de la emigración es algo muy positivo. Nos trae un gran enriquecimiento en todos los sentidos al conjunto de la sociedad. Aporta muchos valores y refuerza otros. Las nuevas culturas que se han establecido sirven para enriquecer la convivencia si somos lo suficientemente receptivos a ellas.

También nosotros tenemos un buen posicionamiento para limar asperezas de esas otras culturas y colaborar para que se integren en nuestra sociedad. Una sociedad que se caracteriza por respetar los derechos de todas las personas y es el mejor valor que debemos transmitir e integrar en culturas que han evolucionado de forma muy escasa. En resumen, cualquier día es bueno para el debate en positivo, para estrechar aun más si cabe los lazos entre diferentes para hacer de esta sociedad una sociedad más justa.

Fernando Cuesta

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