Marruecos azulgrana

El Barcelona espera expandir su marca y superar al Real Madrid en el norte del Magreb gracias al fichaje del centrocampista Ibrahim Afellay

El Mundo, FRANCISCO CABEZAS / Barcelona , 27-12-2010

El norte del Magreb hizo suyo el color blanco después de que Zinedine Zidane fichara por el Real Madrid en 2001. El Barcelona, con la contratación de Ibrahim Afellay (Utrecht, Holanda, 2 de abril de 1986), espera dar el golpe y conseguir que su marca tome por fin el liderato en un país que se desvive, tanto por el fútbol, como por los dos principales clubes de la Liga española.

«Hay una comunidad marroquí muy importante en Cataluña, y pensamos que les hará ilusión este fichaje. Además, Barça y Madrid tienen muchos seguidores en el norte del Magreb. Quizá su llegada propiciará que la balanza se decante a favor del Barça», indicó el pasado viernes, durante la presentación del futbolista, el vicepresidente deportivo del Barcelona, Josep Maria Bartomeu.

El padre de Afellay, boxeador y marinero marroquí que incluso llegó a establecerse un tiempo en Barcelona, acabaría por echar raíces en Overvecht, un barrio obrero de inmigrantes de Utrecht. Ni siquiera había llegado a la cuarentena cuando falleció por culpa de un infarto, dejando sola a su esposa Habiba al cargo de cinco hijos (Alí, Ibrahim, Samir, Fátima y Halima). Uno de ellos, Alí, que habla perfectamente castellano por su estancia en España y que hace de asesor del futbolista, estuvo presente junto a su madre en la presentación de Ibi así quiere que le llamen en su nueva etapa en el Barcelona. De hecho, Alí fue quien le ayudó a preparar el breve discurso en español leído durante el acto. Habiba, que llegó a la Sala París del Camp Nou con el tradicional hiyab, seguirá siendo uno de los puntos de apoyo del jugador en Barcelona.

Afellay, futbolista idolatrado en Eindhoven era el capitán pese a contar sólo con 24 años, siempre tuvo claro que defendería el color oranje de la selección Holandesa. Pero no por ello perdió de vista sus orígenes: «Aunque luzca la camiseta de Holanda, soy marroquí de corazón. Quiero contribuir a nuestra integración», ha manifestado el centrocampista, que vio cómo a las puertas del Camp Nou acudieron varios seguidores marroquíes dispuestos a agasajar a su nuevo referente.

Ahora sólo restará que Pep Guardiola logre hacerle un hueco en el equipo. Algo que no será nada fácil. Eso sí, el cuerpo técnico azulgrana, que dio el visto bueno a la operación desde el primer momento su bajo coste, tres millones de euros, era poco menos que una ganga, ve en Afellay a un futbolista capaz de suplir con garantías tanto a los interiores Xavi e Iniesta, como a los extremos Pedro y Villa. El miércoles, con el primer entrenamiento, inaugura su nueva vida.

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