* Capital del secuestro - IXTEPEC La migración nutre al narcotráfico y al crimen organizado

Capital del secuestro

La Vanguardia, , 27-12-2010

IXTEPEC – Servicio especial
El flujo migratorio que cruza México es la materia prima de un negocio millonario. Una fuente de riqueza de la que se nutren, en primer lugar, los cárteles de la droga pero que alimenta a otros grupos del crimen organizado y reparte beneficios entre todos aquellos que se cruzan en el camino de los indocumentados.

“La actividad principal de esta industria es el secuestro, aunque tiene otras ramas, como la trata de personas con fines de explotación sexual, el tráfico de órganos o el reclutamiento de sicarios. De los emigrantes todos succionan”, explica Enrique, uno de los voluntarios que colaboran en el albergue de Ixtepec.

Desde los maquinistas del tren en el que viajan, que les cobran de uno a dos dólares por cabeza para dejarles subir a los vagones, hasta Los Zetas que los capturan para luego cobrarles rescate. “Aquí todos sabemos que hay casas de seguridad donde tienen a la gente encerrada mientras extorsionan a sus familias por teléfono”, abunda Arturo, comerciante de Ixtepec que quiso denunciar uno de estos centros de detención ilegal y por poco acaba él en la cárcel. Los secuestradores liberan a sus presas cuando reciben el dinero a través de compañías de transferencias como Money Gram o Western Union.

Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en México hubo 9.758 secuestros de indocumentados entre septiembre del 2008 y febrero del 2009. Una cifra conservadora, de acuerdo con Amnistía Internacional, pues sólo registra los delitos denunciados. La caza de emigrantes es una fuente de financiamiento importante para Los Zetas, el cártel de ex militares de élite mexicanos que actúa en los estados sureños de Oaxaca y Chiapas y en el norte de Guatemala. Según las investigaciones de la prensa especializada, que detecta un claro desplazamiento de la capitalidad del secuestro de emigrantes desde el golfo de México hacia la frontera sur, el negocio deja al año unas ganancias de 50 millones de dólares.

“Los Zetas son los patrones y la gente de las maras, sobre todo los de la MS-13, son los operadores, coludidos con la mafia y las autoridades policiales, migratorias y municipales”, subraya el padre Solalinde, que conoce personalmente, por nombre y alias, a muchos de los delincuentes.

Todo ocurre a plena luz del día en Ixtepec, sede desde febrero del 2009 de la 46 Región Militar, dotada con más de mil efectivos y creada por el Gobierno del presidente Felipe Calderón para “hacer más eficiente el combate al crimen organizado y la salvaguarda de la seguridad nacional”.

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