El total desconocimiento de la lengua y la cultura china han contribuido a crear un muro entre ellos y la sociedad canaria, pese a convivir codo con codo desde hace más de dos décadas. La discreción, a veces incomprendida, de los ciudadanos procedentes del gigante asiático ha llevado a muchos canarios a considerar veraces una serie de mitos que no tienen consistencia alguna. A continuación derribaremos alguno de estos mitos que demuestran que aún queda mucho por conocer de esta comunidad. La mayoría de las cuestiones que se dan por cierta no son en absoluto verdaderas.

1. El inspector jefe de la Ucrif de la Unidad de Extranjería de la Policía Nacional, Manuel Rodríguez, rechaza de plano que los chinos utilicen las tarjetas de residencia de sus compatriotas para entrar de forma ilegal. «En Canarias no hay ni un solo caso», apunta.

2. El hecho de que haya pocos chinos enterrados en Canarias –en ocho años Canaricem sólo ha contabilizado dos sepelios en la capital–, no significa que sean inmortales, simplemente vuelven a su país antes de envejecer en España.

3. Las peluquerías chinas en Canarias no ofrecen el conocido «final feliz». La Policía solo ha detectado casos de servicios sexuales en estos comercios en Madrid y Barcelona.

4. El índice de delitos cometidos por nacionales chinos «es ínfimo», según la Policía Nacional. Ni rastro de las grandes mafias.

5. Sí tiene fundamento aquel dicho de que trabajas más que un chino. Sus comercios son los primeros en abrir sus puertas, y suelen ser los últimos en cerrarlas. Para ellos, la disciplina en el trabajo es la fuente del éxito.

6. Los restaurantes chinos, algunos con nombres y apellidos, han sido víctimas de bulos que aparecen cíclicamente, sobre todo en Internet, y que cuestionan la calidad de sus platos. Sin embargo, los establecimientos, los alimentos, y la higiene son controlados por los inspectores de sanidad con tanta rigurosidad como el resto de negocios.

7. El incremento de los autónomos afiliados a la Seguridad Social rompe otro mito: el que dice que muchos son esclavizados, y trabajan ilegalmente.

8. No es cierto que los comercios chinos proliferen gracias a que no pagan a Hacienda en sus primeros cinco años. Pagan los mismos impuestos que todos, ni más ni menos, según fuentes oficiales.