MUNDO

La Policía toma Moscú para atajar la violencia ultra

Los agentes detienen a un millar de personas para evitar nuevos disturbios por la muerte de un hincha de un club de fútbol de la capital

Diario Vasco, RAFAEL M. MAÑUECO CORRESPONSAL | MOSCÚ., 16-12-2010

Desde que el pasado domingo 5 de diciembre muriera asesinado en un altercado el hincha del club de fútbol ruso Spartak, Egor Svirídov, las refriegas entre ultranacionalistas y jóvenes procedentes del Cáucaso Norte se han producido prácticamente a diario. Svirídov recibió un disparo a bocajarro de un tal Aslán Cherkésov, natural de la república norcaucásica de Kabardino-Balkaria.
Pero la situación en Moscú se deterioró ayer aún más después de que las dos facciones enfrentadas hicieran llamamientos a través de Internet para salir a la calle y provocar nuevos desórdenes. La respuesta de la Policía moscovita fue enviar unidades antidisturbios a los lugares en donde, según las proclamas hechas en la red, deberían tener lugar las concentraciones.
Agentes de las fuerzas especiales y soldados de la tropas del Ministerio del Interior blindaron la Plaza de Europa, junto a la estación de ferrocarril de Kiev y el gran centro comercial Evropeiski, acordonaron la Plaza Roja, la Plaza del Manezh, todas las salidas del metro en la Plaza Smólenskaya y los aledaños del metro Tretiakóvskaya, cerca de una mezquita.
Los únicos choques que la Policía no consiguió llegar a evitar estallaron precisamente junto al metro de Tretiakóvskaya. Según Víctor Biriukov, responsable del departamento de Policía de Moscú, ayer se practicaron unos mil arrestos en toda la ciudad. Biriukov declaró a un grupo de periodistas que «la mayoría de los detenidos proceden de la repúblicas del Cáucaso». Afirmó también que «algunos portaban pistolas, cuchillos, machetes, dispositivos de alto voltaje para electrochoque, porras telescópicas y aerosoles de autodefensa».
«¡Rusia para los rusos!»
La vigilancia policial se extremó especialmente en los nudos de transporte y los lugares con mayor movimiento de transeúntes. A cualquier sospechoso de pertenecer a uno de los dos grupos se le comprobaba la documentación y obligaba a sacar todo de sus bolsillos.
El sábado pasado en la Plaza del Manezh, junto al Kremlin, hinchas del Spartak y radicales de extrema derecha protagonizaron una batalla campal contra la Policía. La colosal trifulca causó decenas de heridos, entre ellos varios agentes. La consigna más coreada fue «¡Rusia para los rusos!».
El abogado del caucasiano que mató a Svirídov dijo hace unos días que su defendido abrió fuego de forma indiscriminada en defensa propia. Varios aficionados del Spartak, muchos de ellos conocidos por sus ideas xenófobas, se abalanzaron sobre él y, según el letrado, tuvo que hacer uso de la pistola que llevaba consigo. Cherkésov, que tenía ya antecedentes penales, se encuentra actualmente detenido a la espera de juicio. Sin embargo, las protestas de los ultras exigiendo «justicia» no cesan. El presidente Dmitri Medvédev ha subrayado que se aplicará todo el peso de la ley a quienes continúen cometiendo actos de violencia, pero sus advertencias no han surtido ningún efecto.

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