El fiscal pide 5 años de prisión para el imam de Cunit

Le acusa de amenazar y coaccionar a una trabajadora marroquí del Ayuntamiento

El Mundo, , 01-07-2010

El fiscal pide cinco años de prisión para el imam de Cunit (Tarragona), Mohamed Benbrahim, por presuntas amenazas, coacciones y calumnias a Fátima G., una mujer marroquí de 31 años, mediadora cultural del Ayuntamiento de Cunit, en el juicio por este caso que empieza hoy.

En cuanto al resto de acusados, la Fiscalía pide para el presidente de la Asociación Islámica de Cunit, Abderramán el Osri, cuatro años de cárcel por los presuntos delitos de coacciones y calumnias, mientras que la esposa y la hija del imam, acusadas de coacción, se enfrentan a dos años de prisión, informa Efe.

La acusación particular mantiene la petición de penas del Ministerio Público, mientras que la defensa solicita la libre absolución de los imputados por entender que no existe delito alguno.

El juicio por estos hechos se tenía que celebrar en el Juzgado Penal número 2 de Tarragona, pero se ha trasladado a la Audiencia Provincial debido a la fuerte expectación que ha levantado el caso.

En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal considera que los acusados, con la finalidad de que F. G. abandonase su puesto de trabajo como mediadora cultural, entregaron el 27 de noviembre de 2008 un escrito a la alcaldesa.

En dicho escrito habían recogido firmas entre la comunidad islámica, poniendo de manifiesto que la mediadora «no poseía estudios y que no entregaba información suficiente a los necesitados ni les respetaba».

En las mismas fechas, los acusados, «con la finalidad de desacreditar» a la mujer, se pusieron en contacto con un responsable de Asuntos Religiosos de la Generalitat, a quien le comentaron que la mujer era «un topo» en el Ayuntamiento de Cunit, que pasaba información de ellos, sostiene el fiscal.

Además, el 22 de noviembre de 2008, el imam abordó en plena calle a la mujer para decirle que no duraría en Cunit «ni un día más», que iba a «acabar» con ella y su familia, y que era una «puta ladrona», según la acusación particular.

Ésta también asegura que los imputados contactaron con el marido de la mujer recriminándole que permitiera su forma de vida trabajaba, conducía y no llevaba velo e incluso «le ofrecieron otra mujer para casarse».

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)