Un joven, grave tras ser apuñalado por un menor

La Ertzaintza ha detenido al supuesto agresor y a otros tres adolescentes en el suceso en Mallona

Deia, adrián legasa, 02-11-2010

bilbao. Uno de los dos jóvenes que fueron apuñalados la noche del domingo junto al ascensor de Mallona permanece ingresado en el hospital de Basurto con una herida muy grave en el abdomen. La otra víctima fue dada de alta ayer, mientras que el supuesto agresor de ambos, de 17 años, ya ha sido detenido por la Ertzaintza, así como otros tres menores que participaron en la agresión.

El suceso se produjo pasadas las 23.30 horas del domingo, cuando los dos jóvenes salían del ascensor público de Begoña ubicado junto al campo de fútbol de Mallona. Esta es una zona que, según los vecinos, no está suficientemente vigilada por la policía. “Las escaleras que bajan al Casco Viejo siempre han estado llenas de drogadictos y gente conflictiva, pero ahora estos grupos se están trasladando a las campas que están al lado del ascensor”, aseguran Miguel y María Jesús, vecinos del barrio La Cruz, quienes para llegar al Casco Viejo optan por bajar en el ascensor del metro “porque pasar por las Calzadas de Mallona de noche o cruzar el parque que llega hasta el ascensor público da un poco de miedo”.

persecución Al salir del ascensor, los dos jóvenes fueron rodeados por el grupo de cuatro menores. Tras mantener una discusión, uno de los detenidos, el de 17 años, propinó un puñetazo a uno de los dos amigos y, poco después, sacó una navaja asestando sendas puñaladas a las víctimas. A una de las víctimas le hirió en la espalda y a la otra, que permanece ingresada, le causó una herida muy grave en la zona del abdomen.

Los cuatro supuestos agresores abandonaron el lugar, pero uno de los heridos les persiguió hasta El Arenal. Pese a no poder alcanzar a sus atacantes, el joven alertó a la Ertzaintza, que detuvo a tres de los cuatro sospechosos en la calle Santa María. El supuesto autor material de los hechos, sin embargo, consiguió escapar y no pudo ser localizado hasta el mediodía de ayer, cuando fue arrestado y puesto a disposición de la fiscalía de menores junto a los otros tres detenidos.

Mientras se producía la persecución, otra patrulla se desplazó hasta el lugar del suceso. La segunda víctima permanecía tendida en el suelo junto al ascensor, con una herida sangrante en el abdomen. Ante la gravedad de la lesión, una ambulancia le trasladó al hospital de Basurto, donde permanece ingresado con pronóstico muy grave. El otro joven, herido en la espalda, fue también desplazado a este centro sanitario pero fue dado de alta a las pocas horas.

botellón y discusiones La noche del domingo no fue la primera en la que las luces y las sirenas de la Er – tzaintza y de las ambulancias despertaron a los vecinos de Mallona. Los incidentes son habituales no sólo en las escaleras que bajan a la plaza Unamuno. “Por las noches, en la cancha de baloncesto que hay junto al ascensor, se suelen juntar varios grupos de chavales para jugar a la pelota y también para drogarse”, explica Tamara, una joven del barrio, quien destaca que “estos grupos están formados, sobre todo, por inmigrantes”.

La joven también indica que en más de una ocasión ha visto producirse pequeñas peleas en el campo de baloncesto. “Tanto en los bancos que hay en la plaza del ascensor como en la misma cancha es muy normal ver las típicas discusiones que se producen cuando hay drogas de por medio, aunque nunca te imaginas que van a llegar a este extremo”, dice refiriéndose a la doble agresión ocurrida el domingo por la noche.

Los vecinos de Mallona coinciden en que es habitual ver a cuadrillas de jóvenes con sus litronas en la zona donde se produjo el apuñalamiento. “Se suelen poner detrás del campo de fútbol, entre la bolera y el ascensor público, aunque no son muchos”, explican Miguel y María Jesús. “La policía lo sabe pero, a pesar de que está prohibido beber en la calle, no hace nada al respecto”, aseguran los vecinos.

Para estos dos residentes de Mallona, “lo que ha ocurrido no es ninguna sorpresa”. “Siempre ha habido incidentes en las Calzadas, pero donde más conflictos se producían era en la parte de abajo de las escaleras. Últimamente se ven muchos más indigentes y drogadictos en Mallona, sobre todo por las noches”, explica María José. “Hay algunos que incluso pasan la noche entre los matorrales que hay al lado del ascensor”, afirma.

poca vigilancia “Aun a riesgo de que me tachen de racista, creo que la mayoría de los problemas los causan los inmigrantes. Es cierto que su situación es difícil, pero no tienen derecho a robarnos ni mucho menos a agredirnos”, lamenta Miguel, que no es el único residente que considera necesario “aumentar la presencia policial en la zona para evitar altercados”.

La propietaria del bar El Ancla, situado junto al campo de fútbol, coincide en que no hay suficientes patrullas por la noche. “No es que Mallona sea un barrio especialmente conflictivo, lo que ocurre es que la gente que da problemas se reúne en las escaleras de las Calzadas y en la zona del ascensor, y ahí sí debería haber más control policial”, asevera Marisol.

La agresión producida la noche del domingo ha encendido las alarmas entre los vecinos de Mallona, que piden más patrullas policiales en la zona para evitar que otro incidente de este tipo acabe en tragedia.

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