«Disculpa, pero el negocio es el negocio», se excusa Huma Jamshed después de atender la décima llamada telefónica que interrumpe la entrevista. Su agencia de viajes de la calle de Hospital es un hormiguero del que no paran de entrar y salir clientes, la mayoría compatriotas de esta emprendedora pakistaní, que llegó a Barcelona en el 2001 y ya regenta cinco agencias de viajes – tres en el Raval, una en la calle de Aragó y otra en Badalona – y está (híper)activamente implicada en incontables iniciativas culturales y ciudadanas del Raval, donde es conocida por casi todos. «Cuando llegué, me impliqué tanto en el tejido asociativo que dejé un poco de lado los negocios, hasta que mi marido me dijo que la acción social estaba muy bien, pero que el trabajo era lo primero. No le digo que no a nadie que pida un favor, pero siempre que no afecte al negocio», prosigue, sentada en su despacho de aire oriental, entre gestión y gestión, en un castellano plagado de guiños al catalán, lengua que ya habla más allá de la intimidad.

Decir que la integración de Huma en Barcelona es ejemplar, sería quedarse corto. Para empezar, el cartel de los establecimientos que regenta están en catalán: Huma Travel. Agència de viatges. Como la mayoría de mujeres de su país, llegó a España por reagrupación familiar. Quizá eso sea lo único no excepcional del intenso currículo de esta mujer valiente, fundadora de la Associació Cultural Educativa i Social Operativa de Dones Pakistaneses (Acesop), que en pocos años – nació en el 2005 – cuenta ya con unas 500 socias.

«Al principio fue difícil. En mi país, la mujer es propiedad de su marido o de su padre. Pero poco a poco hemos podido convencer a las familias de que las chicas puedan venir a la asociación. Muchos padres me confían a sus hijas personalmente a mí, porque me conocen. Pero hemos avanzado muchísimo. ¡Ahora incluso hacemos fitness cada día!», explica con orgullo esta mujer emprendedora, dulce y solidaria.

«La finalidad de la asociación es la integración de las mujeres pakistanís en el tejido social y económico de la ciudad, ofreciendo a la vez nuestro bagaje cultural y favoreciendo el acercamiento entre colectivos», explica. «Queremos ser visibles. Que se nos conozca, reconozca y escuche», reivindica Huma, quien, además, tiene a 14 de las chicas de la asociación trabajando en sus agencias de viajes.

Integración y ayuda

«Organizamos actividades culturales para mostrar a la ciudadanía cómo somos y de dónde venimos. Siempre que nos invitan acudimos a cualquier asociación a mostrar nuestros bailes o a explicar nuestras tradiciones», continúa. El secreto de su éxito es la sabia combinación entre la cultura de origen y la de acogida. Así, igual participan en Sant Jordi, en la fiesta mayor del Raval o en la Mercè, que celebran por todo lo alto el 14 de agosto, día de la Independencia de Pakistán.

En cuanto a la vertiente empresarial, Huma – nombre de un pájaro imaginario de origen persa que trae buena suerte – considera que su éxito se basa en una estrategia basada en el mínimo gasto y el máximo servicio.