La apuesta latina de los republicanos en Florida

Público, 28-10-2010

Las elecciones a senador por Florida nunca fueron una batalla entre demócratas y republicanos. Se presentaron desde el principio como una lucha interna dentro del bando conservador entre un moderado, Crist, que abogaba por trabajar con la oposición, y un congresista local de Miami, Rubio, con el programa del Tea Party.

“Washington está roto dijo el hermano del ex presidente. Rubio es el único candidato que lo puede arreglar”.

Rubio mantiene la cabeza fría. A una pregunta sobre la presión que suponían tantas expectativas, el candidato contestó: “Los que me auguran un futuro político fueron los que no apostaron nada por mí cuando empecé. La política no es un juego, es la posibilidad de servir a los ciudadanos”.

Hay tradición de políticos conservadores de origen cubano en Florida, pero siempre han estado vinculados a la causa anticastrista. Rubio es distinto y su identidad hispana es secundaria en su configuración política. El candidato, explica el politólogo Smith,ha sabido “jugar bien con su identidad latina, hablando del sueño americano cuando en el fondo es un político antilatino y está en contra de la inmigración ilegal”.

El candidato defiende con ardor el excepcionalismo americano que le ha permitido superar sus orígenes humildes: “Nunca me he sentido limitado porque mi apellido fuera Rubio”. Recuerda en sus mítines que su familia emigró de Cuba sin un duro, su padre (que murió de cáncer de pulmón en septiembre), era barman y su madre, mujer de la limpieza.

EEUU es la nación más grande de la Historia. Esto es algo personal. Si seguimos por este camino perderemos las cosas que, como estadounidenses, nos hacen únicos, nos pareceremos a cualquier otro país,” dice Marco Rubio en español, en el pequeño local de Kissimmee, ante un centenar de simpatizantes en su gran mayoría de origen puertorriqueño, que retoman en coro, al son de la salsa, “Marco, tranquilo, el pueblo está contigo”.

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