Elogio de Badalona

La Vanguardia, , 27-10-2010

Pilar Rahola

No tienen más razón los que más chillan en las cloacas del miedo, sino los que trabajan seriamente
Gracias al ímpetu de Iu Forn yde Toni Soler, un numeroso grupo de personas que amamos la ciudad de Badalona hemos juntado nuestros nombres en el manifiesto Ens agrada Badalona.El título ya es, en él mismo, una declaración de intenciones, porque cuando alguien que ha nacido y/ o ha escogido una ciudad necesita decir que le gusta, significa que algo está pasando. Por supuesto, Badalona no es una ciudad fácil, aluvión de muchos sentimientos que han sedimentado su complejidad y también su grandeza. “Qué bonito es Badalona / en invierno y en verano, / con mantilla y barretina, / a la sombra y al solano”, cantaba hace décadas Joan Manuel Serrat, y aquel aliento de mezclas, hoy con otros acentos, retorna al paisaje de la ciudad de las muchas caras. Nadie niega que tenga dificultades, sobre todo porque las ciudades receptoras de mucha inmigración sufren el rechinar de sus resortes presupuestarios, y las soluciones siempre tardan más que los problemas. Pero también es cierto que el gobierno de coalición PSC-CIU y muchas entidades cívicas están haciendo un trabajo ingente y que la inmigración ocupa una de sus máximas prioridades. Sin ruidos demagógicos, sin populismos todo a cien, sin pasear la negra maldad de la xenofobia, sin utilizar la inmigración, ni para ponerse medallas, ni para arrancar cuatro votos. No todo lo que hace el gobierno es satisfactorio. Pero en esta cuestión tan compleja, y a pesar de los escasos recursos públicos, merece una nota muy alta. En este sentido, no deja de ser penoso que sean justamente ciudades como Vic o como Badalona, cuyo esfuerzo es realmente ingente y donde las cosas se están haciendo bien, donde los aprendices de Le Pen claven su colmillo.

Por eso hemos alzado la voz gentes diversas, cuyos nombres públicos pueden servir para recordar que no tienen más razón los que más chillan en las cloacas del miedo, sino quienes optan por trabajar con seriedad. Duele, además, que todo este ruido que difama a Badalona, lo haga un candidato a alcalde que ni vive en la ciudad – aunque parece que se está comprando una vivienda precipitadamente, por supuesto en el centro-y cuyo único objetivo es conseguir los réditos electorales que no logra por méritos propios. No le votan ni por programa, ni por coherencia, ni por carisma, así que intenta que le voten por miedo. Y contra el miedo es el manifiesto que hemos suscrito. Nos gusta nuestra ciudad, paisaje de muchos encuentros vibrantes cuyas dificultades de encaje forman parte de nuestros retos y nuestras grandezas. Es cierto que no lo tenemos fácil. Pero tampoco es tan fácil como lo pintan los voceros del populismo. Unos voceros que no tienen ninguna solución, pero aman magnificar y usar de forma partidista los problemas. Y que usan el nombre de la ciudad para cargar las pistolas del diablo. Contra esas pistolas y ese diablo, ¡viva Badalona!

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