LA PRÓRROGA

Por el atletismo, a la integración social

Buchta Nguer llegó a Gipuzkoa huyendo de la pobreza y el deporte le ha abierto las puertas de la sociedad

Diario Vasco, M.J. SILVANO | , 26-10-2010

Buchta Nguer (Fez, Marruecos, 1991) es uno de los inmigrantes que fueron distinguidos por Gipuzkoa Solidaria, en el acto desarrollado en el Kursaal, para destacar la aportación a la sociedad guipuzcoana de los inmigrantes que viven en nuestro territorio.
A Buchta, su pasión por el atletismo le ha servido para ser reconocido como un ejemplo de integración y de aportación a la sociedad guipuzcoana.
A pesar de su juventud, Buchta ha madurado más rápido que otros chavales de su edad y gracias a su dedicación al atletismo se está abriendo camino en una sociedad ajena.
Su periplo desde su tierra natal hasta Gipuzkoa fue una auténtica odisea. A los doce años abandonó su país y su familia en busca de un futuro más prometedor. «Mis padres son muy pobres y me marché porque no veía ninguna otra forma de salir adelante. Mi meta era llegar a España costara lo que costara». Fue detenido en Melilla, donde permaneció dos años en un centro de menores. De allí, y como polizón, pasó a Málaga camuflado en los bajos de un camión. Antes de que el barco atracara en puerto saltó por la borda y llegó a nado a la costa malagueña, donde sobrevivió diez días en una playa «con ayuda de la gente». De allí pasó a Almería, desde donde llegó a Barcelona jugándose la vida en los camiones que le servían de transporte. De Barcelona marchó a Bilbao y de allí, a San Sebastián.
En 2008 Buchta se plantó en la Guardia Municipal donostiarra en busca de ayuda. Pasó un tiempo en pisos de acogida y en unas pruebas médicas «me dicen que tengo 18 años y me veo en la calle. Pasé casi un año dando tumbos. Me abandoné, me puse a fumar porros… Hasta que decidí cambiar».
SOS Racismo le ofreció la posibilidad de ingresar en Loiola Etxea, un centro de acogida y le puso en contacto el Atlético SS. «Me animaron a entrenar. Me gusta el ambiente del grupo y me preparo con algunos de los mejores fondistas vascos, como Hossain Kaanache o Jordan Santos. La temporada pasada fui tercero en el Campeonato de Gipuzkoa en 5.000m y terminé quinto en el de Euskadi de Cross».
Buchta es un buen chico y muy trabajador, según afirman los que le conocen. Estudió cocina en el Centro de Iniciación Profesional y desde el pasado mes de junio ejerce como pinche de cocina en el Bar Zumardi del barrio donostiarra de Bidebieta, trabajo que compagina con los entrenamientos. Se expresa perfectamente en castellano y chapurrea euskera.
Pero Buchta Nguer ha llegado al final del proceso en Loiola Etxea y ahora es el momento de la emancipación y de su plena integración en una sociedad de acogida que él ya considera como plenamente suya. Gracias a su esfuerzo.

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