FRANCIA MIRA A LA COMUNIDAD MUSULMANA

Competencia a Al Jazira

La cadena de televisión estatal France 24 lanza un canal íntegramente en árabe. La ofensiva mediática de Sarkozy quiere combatir el auge del fundamentalismo islámico.

El Periodico, 26-10-2010

«Salam Aleikum, ismee Barack Obama (La paz sea contigo, me llamo Barack Obama)». La imagen del presidente de Estados Unidos aprendiendo a pronunciar estas palabras bajo las pacientes instrucciones de un profesor – el mismo que enseña a contar en árabe a Bill Gates, a decir en esta lengua «fabricado en china» a Hu Jintao y «mi sastre es rico» a la reina de Inglaterra – ha sido utilizada en los espots publicitarios de la cadena France 24 para lanzar su nuevo canal, emitido íntegramente en árabe. La operación de esta televisión de información continua por satélite – la CNN francesa – no oculta su objetivo de disputar el mercado a Al Jazira y, al mismo tiempo, combatir el auge del fundamentalismo islámico. Dentro, y fuera del país.

La ofensiva mediática del Gobierno de Nicolas Sarkozy – propietario de France 24 – para introducir en el mundo musulmán un mensaje alternativo al de la cadena impulsada por las autoridades de Qatar entronca con otra iniciativa, esta vez incubada en la zona del Golfo. Al día siguiente de que, el pasado miércoles, la cadena francesa inaugurara su servicio 100% en árabe, el jeque kuwaití Fahad Alsalem Al Ali Alsabah, presentó en París un proyecto televisivo con vocación de tender un puente entre Oriente y Occidente.

«Después del 11 de septiembre del 2001, el abismo entre las comunidades no ha cesado de crecer. Hoy, el odio, la incomprensión y la exclusión dominan los espíritus», lamentó el jeque, que anunció la puesta en marcha de un paquete de cadenas privadas «multilingües» con base en Kuwait y sedes en diferentes países occidentales para introducir contenidos propios. La programación, dirigida a todo el mundo, será «exclusivamente cultural», precisó Alsabah.

Discreción

Este miembro de la familia real kuwaití fue parco a la hora de hablar de sus socios o de concretar la inversión. Según él, la parte más costosa – infraestructura técnica y tecnológica – ya está a punto. En cambio, no escatimó palabras a la hora de explicar su filosofía: «Cambiar la percepción dominante del islam por occidente, acaparada por la imagen que ofrecen los integristas» difundiendo, por satélite, cable e internet, un discurso centrado en «el diálogo entre civilizaciones, religiones y culturas».

La televisión del jeque no compite frontalmente con Al Jazira, pero son patentes las discrepancias entre su emirato y Qatar ante la progresión del integrismo islámico. Según afirma Hassen Chalghmoudi, primer imán francés que se pronunció abiertamente a favor de prohibir el burka, Al Jazira vehicula un mensaje poco crítico con el fundamentalismo. Este imán vive con protección policial a causa de las amenazas que ha recibido por su defensa de un islam moderado «libre de injerencias extranjeras», que sitúa en Irán y Qatar. A su juicio, la mejor arma para combatir la influencia del integrismo es la formación de los imanes en Francia y unos medios de comunicación que contraresten la visión que ofrece la potente Al Jazira – 45 millones de televidentes en el mundo – , muy seguida entre los seis millones de musulmanes del país.

Sarkozy, reticente

Este es uno de los propósitos que se ha fijado France 24. Después de vencer las reticencias de Sarkozy, inicialmente más inclinado a promover la francofonía, el presidente de la cadena, Alain de Pouzilhac defiende una estrategia tanto política como de mercado. «Si queremos que el mundo occidental sea comprendido, ofrecer una mirada que pone el acento en la diversidad del mundo en relación a la religión, el medio ambiente y la educación, debemos apostar por el árabe», sostiene.

Nacida en el 2006 para rivalizar básicamente con la CNN, France 24 se ha abierto camino – con emisiones en francés y en inglés – en el proceloso mundo de las audiencias alcanzando, en el 2009, la cota de 20 millones de telespectadores. Accesible para 125 millones de personas en 160 países, es seguida principalmente en Europa, Oriente Próximo y África. Aún está lejos de tener la incidencia de Al Jazira que, por su parte, ha iniciado el camino inverso.

La cadena árabe prepara un canal en inglés con idéntico calendario al de la tele kuwaití: empezar dentro de un año. Pero la concurrencia y el riesgo no arredran al jeque Alsabah. «Solo tenemos miedo de Dios, no de realizar algo en lo que creemos».

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