Grecia ha pedido ayuda a la Unión Europea para controlar el creciente flujo de inmigrantes ilegales a través de su frontera con Turquía, por donde miles de ‘sin papeles’ asiáticos y africanos tientan a la suerte para acceder al territorio de los Veintisiete, a través de rutas controladas por las mafias internacionales.

La ayuda reclamada son las unidades Rabit (las siglas en inglés de equipos fronterizos de intervención rápida), instituidas por la UE en 2007 a raíz de las oleadas de pateras que intentaban alcanzar territorio de la UE desde África por Canarias, Malta o Italia, y que vivían entonces su apogeo. Se trata de 450 expertos en cuestiones de inmigración ilegal adscritos a Frontex, la agencia de fronteras exteriores de la UE, pero que permanecen afincados en sus respectivos países, y que pueden ser movilizados en momentos de emergencia. Nunca antes este mecanismo había sido activado. Grecia lo ha reclamado porque su dispositivo fronterizo contra la inmigración ilegal, y muy particularmente el de la franja de 12,5 kilómetros próxima a la ciudad de Osteriada, se está viendo desbordado por los flujos de inmigrantes ilegales.

Los Rabit pueden desplegarse en muy poco tiempo. En cinco días, según portavoces de la Comisión, se decidirá el número de componentes de la misión y su procedencia, tras lo que se procederá al despliegue, que tendrá una duración en todo caso limitada. Esos guardas fronterizos actuarán con sus respectivos uniformes nacionales y armamento, aunque portarán una identificación específica (un brazalete de color azul con la leyenda Frontex y la orla de 12 estrellas), y estarán a las órdenes de los servicios griegos de fronteras.

Respaldo económico

La comisaria de Interior, Cecilia Mallström, decía ayer haber accedido a la demanda de Atenas, que data del pasado domingo, al haber sido informada de la gravedad de la situación. Según Frontex, más de las tres cuartas partes de las 40.977 personas interceptadas tras haber accedido ilegalmente al territorio de la UE durante el primer semestre del año en curso procedían de Turquía, y habían entrado a través de Grecia.

La comisaria recordaba que Grecia recibe generosas aportaciones europeas para hacer frente a los tráficos de inmigrantes legales e ilegales y que suponen más de 300 millones en el actual periodo de Perspectivas Financieras que concluye en 2013, según su portavoz, Michele Cercone.

La demanda de Atenas se suscita pocos días después de que Naciones Unidas denunciara las condiciones de detención de inmigrantes ilegales en el país heleno.