Cáritas constata una progresiva disminución en la afluencia de los temporeros

El Correo, R. RIVERA, 22-10-2010

La implantación de maquinaria en la vendimia de la uva, la existencia de cuadrillas fijas para la realización de labores de campo en las bodegas y el riesgo de subcontratación son, en opinión de los responsables de Cáritas Parroquial de Haro, algunos de los motivos por los que la campaña de temporeros puesta en marcha por la institución católica durante la recogida de la uva ha vuelto a constatar el progreso descenso que se advierte en la afluencia de trabajadores de temporada.

Este año, en concreto, apenas se ha prestado asistencia a 38 personas, confirmaron los coordinadores del plan, convencidos de que éstas son «algunas de las razones por las que los trabajadores temporeros se lo han pensado un poco mejor antes de acudir a vendimiar sin una posibilidad de trabajo más o menos segura».

En todo caso, aún tratándose de un número ciertamente reducido, inferior incluso al de la campaña anterior en la que ya se advirtió ese comportamiento a la baja, Cáritas destaca el hecho de que, de las personas que solicitaron apoyo (comida caliente, ropa o asesoramiento), 35 eran hombres y tan sólo 3 mujeres de edades comprendidas entre los dieciocho y los sesenta y cuatro años, y de muy diversas nacionalidades. Tan sólo seis eran españoles; los marroquíes, ocho, constituyeron el grupo más nutrido frente al resto, más disperso al personarse súbditos de Senegal, Costa de Marfil, Argelia, Mali, Portugal, Rumania, Guinea, Gambia o Ghana.

El personal que les atendió sí advirtió, en todo caso, que a diferencia de otros ejercicios, en los que se advertía «mayor nivel de frustración que se manifestaba con malos modos, lenguaje, agresividad… este año se ha comprobado que la gente que ha acudido se comportaba de forma más digna, agradecida y educada», destacan en su informe.

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