Esta vez, el mensaje político es tan importante como el dinero. Más allá de los dos millones y medio de euros que la Generalitat y el Gobierno inyectarán para la convivencia en los barrios con más inmigrantes de Salt (Gironès), Terrassa (Vallès Occidental), Badalona (Barcelonès) y El Vendrell (Baix Penedès), los máximos responsables de inmigración del Ejecutivo central y de la Generalitat, arropados por la UE que cofinancia el proyecto, tuvieron especial interés ayer en enfrentar este plan con la política de inmigración del PP, a la que la secretaria de Estado Anna Terrón y la consellera Carme Capdevila describieron como «triste politiquería irresponsable» destinada a «hacer crecer los problemas», entre otros calificativos. La representante del Ministerio de Trabajo llegó a invitar a los dirigentes a preguntarse en qué consiste su labor. La titular de Acció Social presentó el plan como una medida que va exactamente «en sentido contrario» a las actitudes del PP.
EDUCACIÓN Y CONVIVENCIA / La inversión económica se destinará a planes de inserción laboral, alfabetización, políticas de acogida, fomento de la convivencia y mejora de la formación educativa de las familias. En definitiva, a evitar incendios en la convivencia, como los que ya se han producido en Salt y en El Vendrell meses atrás. Terrón tuvo especial interés en subrayar que no se trata de dar dinero a los inmigrantes, sino a barrios en los que la crisis está provocando una mayor precariedad social entre sus vecinos, sean autóctonos o foráneos.

La selección de las cuatro ciudades favorecidas no es casual. Los criterios oficiales han sido los índices de inmigración y paro, pero sin duda es significativo que los barrios de la Salut, Sant Roc, La Mora y Llefià de Badalona estén entre los seleccionados. Es en estos vecindarios donde el PP ha efectuado sus visitas más polémicas, en las que ha apuntado contra determinados colectivos, como los gitanos rumanos.

El representante de la UE en Barcelona, Manel Camós, recordó que el fondo europeo que contribuye a hacer realidad este plan de barrios lleva años en marcha con el objetivo de facilitar la integración de los inmigrantes.

RECORTES, PERO MENOS / Por otra parte, Terrón reiteró su voluntad de limar el nuevo recorte que sufrirá el fondo que el Gobierno destina a los ayuntamientos en materia de acogida de inmigrantes. Según la secretaria de Estado, la intención es llegar a los 70 millones de euros. Numerosos ayuntamientos catalanes han censurado duramente el recorte en este fondo, que el año pasado ya pasó de 200 a 100 millones de euros y que los presupuestos limitan a 60 millones para el 2011.