La violencia de género continúa mostrándose a través de los hematomas de las víctimas. La Policía Local ha detenido esta semana a dos extranjeros por sendos delitos de violencia sexista. El último de los casos muestra el lado más irracional del maltrato. Fue la propia víctima, una mujer de 29 años, quien llamó a la Policía cerca hacia las 21.44 horas del pasado martes, presa de los nervios y el llanto. Era el día de su cumpleaños y, como a última hora recibió las felicitaciones de sus compañeros, llegó a casa media hora más tarde de lo habitual, cuando su pareja, un rumano de 28 años, comenzó a insultarla y a golpearla. Puñetazos en la cara y empujones contra la pared es lo que recibió la joven por media hora de tardanza en su cumpleaños. Como regalo, su pareja le había dejado varios hematomas y una hinchazón en el rostro.

La mujer pudo llamar a los agentes cuando el agresor se había marchado. La Policía lo encontró en un bar cercano, jugando a una máquina tragaperras.

El detenido cuenta con antecedentes de violencia en delitos contra el patrimonio, robo con violencia y maltrato, además del quebrantamiento de condena con orden de alejamiento por otra agresión anterior a su pareja. En su declaración, manifestó que se le había «ido la cabeza al pegarle». Los agentes destacaron la indiferencia que mostró con lo sucedido.