«Tengo unos tenis muy bonitos»

La Verdad, A. NEGRE, 21-10-2010

Varios de los acusados por presunto tráfico de drogas, sentados ayer en el banquillo. :: VICENTE VICÉNS

La niña, cervezas frescas, azulejos de primera y de segunda, cable del 30… Cualquier término servía con tal de no pronunciar la palabra tabú: cocaína. La Audiencia Provincial suspendió ayer un macrojuicio contra 23 integrantes de tres bandas dedicadas presuntamente al tráfico de esta droga. La incomparecencia de cinco de sus imputados, tres de ellos porque no habían sido citados por el propio juzgado, no dejó otra opción que la suspensión de la vista. La fiscal antidroga ha ordenado la búsqueda e ingreso en prisión de los otros dos imputados, M.E.A. y A.S.B, que sí estaban citados y a los que, sin embargo, tampoco se les vio el pelo por el Palacio de Justicia.

Estos 23 presuntos ‘narcos’ tendrán que esperar hasta el 19 de mayo del próximo año para una nueva cita con la justicia. Sin embargo, tal y como ayer puso sobre la mesa el Ministerio Público, la mayoría de ellos – salvo tres o cuatro – ya han reconocido la autoría de los hechos que se les imputan y podrían llegar a un acuerdo con la Fiscalía. Dado el tiempo transcurrido, sólo dos de los imputados continúan entre rejas. Llevan más de tres años en la cárcel y sus abogados insistieron en lo excesivo de esta prisión preventiva.

‘Rolo’, ‘Popo’, ‘Mauricio’ o ‘Peca’ son sólo algunos de los implicados en este golpe que ayer se sentaron en el banquillo de la Audiencia Provincial. El escrito del Ministerio Fiscal fija como primer referente a ‘El Tuerto’. Este colombiano había dirigido una banda dedicada a la venta de cocaína hasta que, a principios de 2007 y con los bolsillos a rebosar de beneficios, decidió regresar a su tierra.

Tras su marcha, su cetro fue a parar a manos de ‘Mareo’. El alto nivel de vida de este colombiano, pese a no tener un trabajo aparente, no tardó en llamar la atención de la Policía. Era habitual que ‘Mareo’ recibiera visitas en su domicilio a altas horas de la madrugada y que, en sus lujosos coches, realizara frecuentes viajes a Madrid. En febrero de 2007, el juzgado dio permiso para ‘pincharle’ el teléfono y los agentes comenzaron a tirar del hilo.

El primero en aparecer en esas llamadas fue ‘Giovanni’, el hombre de confianza en Murcia de ‘Madero’ que presuntamente se encargaba de custodiar y cobrar la droga. El 17 de marzo de 2007 fue detenido en un club de alterne cuando utilizaba un falso pasaporte venezolano. La banda comenzó a ponerse nerviosa y, según sostiene la fiscal, a vaciar de droga y de pruebas la casa de éste. ‘Giovanni’ fue, finalmente, expulsado a su país y un sustituto le tomó la plaza. Era el turno del ‘Rolo’.

J.E.G. se convirtió presuntamente en el nuevo ‘cocinero’ de la banda, el encargado de preparar la cocaína para su venta. Algunas conversaciones sorprenden al ‘Mareo’ comentando a un compañero que debía «enseñarle a echar la gota» o a «mezclar la pintura». Aunque residía en Orihuela, el ‘Rolo’ utilizaba, al parecer, una vivienda de Zarandona como su particular laboratorio. Su ascenso fue meteórico. En abril de 2007, con la marcha a su tierra de ‘Mareo’ – que logró comprar varios camiones y un apartamento en Colombia – , él asumió el liderazgo de la banda.

‘Rolo’, el nuevo líder

Desde entonces, era él quien se encargaba de contactar con ‘Popó’, presunto proveedor de la cocaína en Madrid. El 2 de mayo de 2007, ‘Rolo’ envía a Madrid a una de sus manos derechas, ‘Mauricio’, para adquirir presuntamente un kilo de ‘coca’. Previamente, ‘Popó’ había telefoneado al líder de la organización murciana para tentarle. «Tengo unos tenis muy bonitos», le espetó.

Además de contactos con Madrid, la banda guardaba, al parecer, una estrecha relación con otra organización en Elche. Uno de los implicados en esta célula era, según defiende el Ministerio Público, marido de una funcionaria del Registro Civil de Elche. Ésta se encargaba supuestamente de alertar a las organizaciones sobre los movimientos judiciales. El resto de imputados, hasta 23, son presuntos pequeños distribuidores o compañeras sentimentales de algunos de los implicados. Todos se las verán con la justicia en mayo.

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