Madrid

La tragedia arrolla a Rachid

Mientras la Mezquita de la M-30 acogía el funeral por la mujer atropellada, su bebé agonizaba en La Paz

ABC, CARLOS HIDALGO / MADRID, 20-10-2010

«Al final, no ha habido milagro». Estas seis palabras confirmaban la última vuelta de tuerca de la tragedia de la familia Jahah. El pequeño Mouad, con dos días de vida, había entrado en parálisis cerebral. La familia esperó a que se produjera el funeral por su madre, Khadija El Haddad, fallecida por atropello el pasado domingo por la tarde, para dar a conocer la no por esperada menos fatal noticia. Fue el tío de la chica, Abdesslam, que ha hecho las veces de portavoz familiar, quien explicó: «El bebé está muerto. El niño ha fallecido. La única esperanza ahora es que, en vez de llevar mañana a su madre a Marruecos, también vaya el niño». La situación, añadió ante una cámara de televisión, «es muy delicada».
Pero sus palabras, sin embargo, causaron cierta confusión. Fuentes hospitalarias consultadas por ABC indicaron a las siete de la tarde de ayer que el niño continuaba vivo. «Tiene latido cardíaco», indicaron. En efecto, Mouad se encontraba en muerte cerebral, dentro de una incubadora. Su cerebro no funcionaba, aunque se encontraba así prácticamente desde el momento en que llegó a La Paz, el domingo por la noche.
La causa de su extrema situación clínica era la falta de oxígeno. El niño nació vía cesárea tras la muerte de su progenitora. Ayer, los médicos y la familia acordaron lo que en medicina se denomina «limitación del esfuerzo terapéutico»: dejar de actuar sanitariamente para mantener a la criatura con un hálito de vida.
Este embrollo es otro detalle que refleja lo durísimas que han sido estas 48 horas. Para dos familias, la de Khadija y la del conductor del Seat Toledo que la atropelló. Ayer, pasado el mediodía, la Mezquita Omar, conocida como la de la M-30, se nutría de musulmanes, con gesto muy apesadumbrado, que acompañaban al viudo y padre de la criatura. Rachid no paraba de ser consolado, embriagado por las lágrimas, mientras el féretro con los restos de su esposa subían al centro religioso.
Un numeroso grupo, formado sólo por varones, portaba el ataúd con el cuerpo de la chica, fallecida con sólo 29 años. Al otro lado de la verja, las mujeres, ataviadas con vestidos musulmanes y pañuelos en las manos, no cesaban de llorar por su amiga. Al sepelio quiso acudir también una delegación del Ayuntamiento de Collado Villalba, con su alcalde, José Pablo González, a la cabeza. El regidor anunció que, a esa hora, las dos de la tarde, «la familia más inmediata a excepción del padre se encontraba viajando a Alhucemas», zona marroquí de la que son originarios.
Tras manifestar públicamente su pésame, González respondió a algunas dudas sobre las circunstancias del suceso. Por un lado, que el informe de la Policía Local no determina si el arrollamiento se produjo en el punto exacto donde se encuentra el paso de cebra, en el Camino del Molino, o unos metros más adelante, como manifestó a los agentes el conductor. Pero sí estableció como causa de la muerte, a tenor de lo que reza en el atestado, «un destello del sol», que cegó al hombre e impidió que se percatara de que Khadija El Haddad estaba cruzando en ese momento.
La juez pide informes
También dijo que el vehículo iba a poca velocidad, entre 40 y 50 kilómetros por hora. El límite en esa vía está fijado a 40. El conductor dio negativo en la prueba de alcoholemia. Aunque insistió en que la señalización y condiciones de la calzada son óptimos, se mostró partidario, en caso de que se detectara alguna anomalía, en practicar cualquier tipo de mejora.
Por otra parte, la titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Collado Villalba se reunió ayer con los familiares. Ya ha solicitado el parte oficial al hospital sobre el niño; el informe técnico policial, y está a la espera del dictamen final de la autopsia. Prevé, a partir del lunes y con toda la información recabada, comenzar a citar a los testigos y al conductor. El viudo ha solicitado la personación en la causa, algo a lo que aún tiene que dar el visto bueno la instructora.
El suceso tuvo lugar el domingo, a las 18.55, cuando Khadija cruzaba por el Camino del Molino, acompañada de unas familiares y amigas. Los médicos del Summa-112 consiguieron, «post mortem», el alumbramiento. El bebé pesó 3 kilos.

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