Trapagaran. Ha transcurrido un año y medio desde el polémico realojo de una familia de etnia gitana en La Arboleda, pero las discrepancias entre vecinos de este barrio de Trapagaran contrarios a su llegada y las entidades sociales siguen siendo notables. Ayer, ambas partes tenían que haber mantenido un encuentro con los mediadores en el Juzgado de Barakaldo para acercar posturas, pero la asociación Iniciativa Gitana decidió no acudir. La razón de este desplante, según explicaron, se debe a la colocación de una pancarta cerca de la vivienda donde reside la madre con sus hijos con un lema a favor del presidente de la república francesa, Nicolás Sarkozy, después de que deportara a varios centenares de ciudadanos gitanos a países de Europa del Este.

“Nosotros estamos dispuestos a hablar con la otra parte, pero no vamos a negociar en estas condiciones”, comentó a este periódico un portavoz de la entidad que ofrece amparo a la familia ante la oposición ciudadana que se han encontrado en La Arboleda. El representante de Iniciativa Gitana denunció que habían pedido “de manera explícita” a los residentes la retirada de los rótulos “pero no lo han cumplido”. La asociación, de momento, ha presentado un escrito en el Ayuntamiento de la localidad minera solicitando el desmontaje de los carteles. Asimismo, ha puesto el caso en manos de la abogada de la familia por si creyera conveniente presentar una denuncia en los juzgados.

La asociación de vecinos, por su parte, lamentó que se haya perdido una oportunidad para el dialogo. “Nos sorprende que no hayan venido cuando fueron ellos quienes solicitaron la reunión”, manifestó su presidente, Iñaki Zamarripa. Respecto al contenido de la pancarta, respondió que a la gente “le gusta la política de Sarkozy ante la delincuencia”.

Sobre las denuncias que fueron presentadas contra los vecinos a raíz de los incidentes que se produjeron durante el realojo, fuentes vecinales revelaron que el caso se ha archivado en dos ocasiones “por falta de base” y vuelto a reabrir en otras tantas. La última, además, tras un cambio de magistrado que no ha gustado nada. “Tan sólo nos imputan insultos y vejaciones, pero eso en todo caso sería una falta”, aseguran. Ante esta extraña situación, piden al fiscal que lleva el caso que les explique la acusación que va a plantear contra ellos.