EL DEBATE DE LA INTEGRACIÓN / Giro a la derecha

Alemania entierra el multiculturalismo

La canciller Merkel asegura que este modelo social «ha fracasado totalmente» ● El Gobierno prepara una lista de inmigrantes que rechazan los cursos de integración

El Mundo, ROSALÍA SÁNCHEZ / Berlín Especial para ELMUNDO, 18-10-2010

Las palabras de Merkel son órdenes
para sus ministros. Así, apenas
unas horas después de que la canciller
alemana asegurara ante las
juventudes de la CDU que «el modelo
de sociedad multicultural ha
fracasado totalmente en Alemania
», el titular del Interior pidió a
los Länder un informe sobre «inmigrantes
que no colaboran en el
programa de integración».
Thomas de Maizière quiere antes
del miércoles en su despacho la
lista de extranjeros que no se han
presentado a los cursos obligatorios
de integración, que incluyen
600 horas de alemán y otras 60
propiamente de integración (Constitución
e Historia del país), más
dos exámenes que muchos alemanes
autóctonos reconocen que no
aprobarían fácilmente. Los datos
disponibles hasta ahora señalan
que, de los 16 millones de extranjeros,
un 15% se resiste al programa.
Algo que para el ministro se
debe «a un aislamiento interior o,
en última instancia, a un mero rechazo
al Estado alemán».
De Maizière sospecha que el encendido
debate nacional es síntoma
de cifras bastante mayores y
quiere tomar cartas en el asunto
comenzando por «aclarar las dimensiones
del problema de los objetores
de la integración».
Es la primera medida concreta
del endurecimiento en política migratoria
que anunciaba Merkel el
sábado. «Quien no aprenda inmediatamente
alemán, no es bienvenido
», dijo la canciller, que intervenía
además en la polémica causada
por su compañero de partido y
presidente, ChristianWulff, quien
celebró el 20º aniversario de la reunificación
afirmando que «el islam
también forma parte esencial
de la cultura de Alemania».
«Nos sentimos vinculados a los
valores cristianos. Quien no acepte
esto, no tiene su lugar aquí»,
contestó Merkel, en consonancia
con el creciente rechazo a la población
musulmana.
Según la Fundación Friedrich
Ebert, el 55% de los alemanes tolera
mal a los musulmanes (cuatro
millones de personas, un 5% de la
población), un 58% restringiría su
libertad religiosa, el 34,7% cree que
vienen a Alemania para «abusar de
la protección social» y un 10% cree
que el país debería ser dirigido «con
mano firme» por un «Führer».
A juicio de Werner Schiffauer,
etnólogo de la Universidad Europea
en Fráncfort del Oder, el cambio
de percepción del inmigrante
musulmán comenzó con el 11-S y
se ha acentuado con la rápida ampliación
de la UE –que desdibuja la
identidad europea– y con la crisis».
Ha calado la idea de que cada uno
es artífice de su destino, responsable
de sus problemas. Los alemanes
han pasado de disculpar, pensando
que es más difícil que te den
trabajo si tienes apellido árabe, a
dar por sentado que los turcos que
reciben ayuda social no tiene voluntad
de trabajar. Y en el subconsciente
se identifica al musulmán
como homófobo, misógino, antisemita,
alguien que no está favor de
la democracia y que no rinde».
Según Schiffauer, este cuadro no
se origina necesariamente en la
realidad y la prueba es que justo
en el Este de Alemania, donde no
hay musulmanes, el rechazo es
mayor, aunque admite que las «sociedades
paralelas» son un hecho
en el país. Así es como se denomina
en los últimos meses a los guetos
étnicos en los que los negocios
rotulan en turco o árabe, los niños
llegan al colegio, a los seis años,
sin hablar una palabra de alemán
y los matrimonios pactados de menores
están a la orden del día.

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