¿Y si se cuela en casa? ¿Y si me espera en el portal? ¿Y si me está vigilando? Tengan sus agresores o no una orden de alejamiento, el miedo se adueña cada día de la vida de las mujeres maltratadas. Por eso algunas toman la difícil decisión de cerrar su vivienda y trasladarse a otro lugar. Solas o con sus hijos, las víctimas buscan una dirección anónima en la que estar a salvo de su agresor. En los últimos cinco años, medio millar de valencianas han cambiado de residencia por temor a su maltratador.

Desde enero de 2005, el Gobierno ha concedido ayudas a 506 víctimas en la Comunitat para construirse un nuevo hogar y empezar de cero. A veces se marchan a solo unos kilómetros de distancia. En otras ocasiones, incluso se desplazan a otras comunidades autónomas. La subvención estatal prevista para estoas situaciones se enmarca dentro del programa Renta Activa de Inserción (RAI) para víctimas con dificultad para encontrar un empleo.

Tal y como explica la Delegación Especial del Gobierno contra la Violencia de Género, «las beneficiarias que se hayan visto obligadas a cambiar de casa en los 12 meses anteriores a entrar en el plan podrán percibir una ayuda suplementaria en un pago único». En total reciben alrededor de 1.400 euros (tres cuotas de la RAI, que se sitúa en 468 euros al mes).

Algunas se instalan en una casa nueva. Otras acuden a centros de acogida y viviendas tuteladas. Los Centros de Servicios Sociales Especializados para Mujer de la Comunitat atendieron a 1.411 maltratadas hasta el año pasado. De ellas, 86 estaban embarazadas y 709 más llegaron con, al menos, un hijo.

Todas tratan de huir de un final fatídico. No siempre lo consiguen. En lo que va de año, seis mujeres han sido presuntamente asesinadas a manos de sus cónyuges o ex parejas en la Comunitat. La última, Rosa, murió el miércoles en Benejúzar. Junto a ella, Teresa, Fátima, Irene, Irmgard y Rosario completan la negra lista de fallecidas por violencia de género. Atzeneta del Maestrat, Alicante, Museros, Pilar de la Horadada y Moncofa han sido los otros escenarios de los homicidios.

Tres de las víctimas mortales habían denunciado su situación. Las otras tres vivían su calvario en total silencio. Dos tenían órdenes de protección que no sirvieron de nada.

El perfil de los homicidas que han teñido de sangre la Comunitat es claro. Tres españoles y tres extranjeros. Solo uno menor de 40 años. El resto, de entre 41 y 65 años. Dos de ellos acabaron suicidándose y otro lo intentó. Tres utilizaron armas de fuego para perpetrar los crímenes. Los otros emplearon armas blancas y objetos contundentes, según detallan desde el Centro Reina Sofía. Un par eran las actuales parejas. Los demás eran ex novios, ex maridos o estaban en fase de ruptura.

De las seis mujeres asesinadas este año en la Comunitat, dos eran extranjeras. Precisamente desde marzo de 2005 hasta diciembre de 2009, el Gobierno ha concedido el permiso de residencia temporal en la Comunitat a 306 inmigrantes que han sufrido malos tratos. Solo en lo que va de año 69 mujeres de otros países han obtenido esta autorización «por circunstancias excepcionales por razones humanitarias».

Suramérica

La gran mayoría proceden de Suramérica aunque también hay ciudadanas de África, Europa y Asia. «Las mujeres inmigrantes son las víctimas más vulnerables», sentencia en un informe el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género.

Un dato llamativo de las estadísticas sobre víctimas mortales en la Comunitat es que cuatro de ellas tenían entre 51 y 64 años. No en vano, los expertos alertan desde hace tiempo de que los casos de violencia de género entre personas mayores se ha disparado en los últimos años en la geografía valenciana. La Unión de Pensionistas de Valencia ya ha atendido este año a más de medio millar de mujeres mayores agredidas por sus maridos. La sección de violencia de género del Colegio de Abogados de Valencia (ICAV) atiende cada vez más a ancianas víctimas de violencia doméstica. El alzhéimer y la demencia senil están detrás en algunos de esos casos.

Sin embargo, hay otra tendencia que también preocupa. Los maltratadores comienzan a serlo a edades muy tempranas. De hecho, durante el primer trimestre del año las órdenes de protección que fueron solicitadas por menores de edad aumentaron un 45% con respecto al mismo periodo de 2009.

Además, los magistrados valencianos impusieron a una decena de menores medidas cautelares por haber cometido delitos de violencia contra la mujer. La mayoría de ellos tenían entre 16 y 17 años, las edades más críticas. «Estamos detectando desde hace años un aumento en la prevalencia de mujeres jóvenes asesinadas por sus parejas», asegura Isabel Iborra, coordinadora científica del Instituto Centro Reina Sofía y profesora de la Universidad Internacional Valenciana (VIU).

Más asuntos

Y mientras tanto las cifras no dan tregua. Los casos de agresión dentro las relaciones sentimentales van a más. La última evidencia la arrojan los datos elaborados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Entre los meses de abril, mayo y junio, los juzgados de Violencia contra la Mujer en la Comunitat han ingresado un total de 6.825 asuntos. Durante el primer trimestre del año entraron 2.000 menos. Además, las demandas penales son las que presentan un mayor incremento.

Las llamadas al teléfono 016 de ayuda a las víctimas efectuadas desde la Comunitat también se han incrementado. Mientras que en el primer trimestre del año el servicio recibió 1.520 consultas, durante el segundo, el número de conexiones ha superado las 1.800. Solo en el mes de julio, 640 víctimas de malos tratos marcaron el número para pedir auxilio. El lunes es el día que se realizan más llamadas.

Desde el Ministerio de Igualdad afirman que no hay un perfil concreto de las mujeres que llaman al teléfono 016, aunque sí características comunes. Algo más de la mitad están casadas, trabajan a tiempo completo y la mayoría son españolas. El 28% tiene menos de 30 años.