Prisión sin fianza para el padre de la niña hallada muerta en Zarautz

El Correo, ARANTZA ALDAZ, 12-10-2010

«No hay conclusiones». Tras más de cuatro horas de declaración ante la juez del padre de Chaid Aisa, la niña encontrada muerta el pasado jueves en aguas de Zarautz, la instrucción judicial sobre el caso de la pequeña continúa bajo secreto de sumario. Pocos datos han trascendido por tanto de la versión ofrecida por el imputado a la titular del juzgado de Instrucción número 1 de Azpeitia, que ordenó el ingreso en prisión sin fianza de Said, un ciudadano marroquí de 41 años, padre biológico de la menor.

El hombre durmió ayer en la cárcel de Martutene, después de permanecer detenido en dependencias de la Ertzaintza desde el pasado jueves. En un primer momento, fue arrestado por una requisitoria por un delito anterior, aunque 24 horas después de aparecer el cadáver de la menor en Zarautz fue imputado formalmente por un presunto delito de homicidio, «bien como resultado de una negligencia o bien provocado de forma intencionada», especificó Interior.

El plazo máximo del arresto, de 72 horas, expiró ayer por la mañana, momento en que Said fue trasladado desde la comisaría de Oiartzun hasta los juzgados de Azpeitia. Allí debió responder a las preguntas de la jueza sobre cómo ocurrieron los hechos que se le imputan. Aunque el caso está bajo secreto sumarial, sí se sabe que durante el periodo de detención policial el ahora encarcelado fue «modificando las versiones», que eran «confusas y no realmente creíbles», informó el pasado sábado el viceconsejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Rafael Iturriaga.

Según la versión que ha trascendido a los medios, el padre llamó al 112 hacia las 5.40 horas del jueves para denunciar la desaparición de su hija, una niña de 18 meses, cuya custodia estaba en poder únicamente de la madre, una ciudadana de origen rumano con otro hijo de diez años fruto de una relación anterior. En aquella llamada, el hombre explicó que ambos dormían en una chabola situada en el parque Montetxio, ubicado sobre la carretera N – 634, junto al restaurante Aiten Etxe y al lado del pequeño puerto de la localidad. El padre declaró que al despertarse descubrió que su hija no se hallaba en el lugar en el que la había dejado dormida.

El dispositivo de búsqueda dio pronto resultados, aunque trágicos. El cadáver de la menor fue hallado flotando en aguas de Zarautz, cerca del muelle. La autopsia reveló que la menor murió ahogada y no presentaba signos de violencia. Los golpes que presentaba el cadáver se produjeron post mortem, probablemente por el roce del cuerpo contra las rocas y la arena.

¿Cómo llegó hasta el agua?

¿Cómo llegó entonces la niña hasta el agua? Eso es lo que tratan de esclarecer los agentes encargados del caso, a los que se ha unido la Unidad de Investigación Criminal de la Ertzaintza. Desde un principio los policías han puesto en duda la coartada del padre. Para empezar, les parece prácticamente imposible que una niña de 18 meses pueda atravesar en mitad de la noche la zona arbolada donde está chabola, bajar las empinadas escaleras de acceso a la carretera, cruzar la vía y saltar el quitamiedos hasta la estrecha acera del paseo marítimo, de donde supuestamente cayó al mar, siempre según la versión del ahora detenido.

La madre de Chaid Aisa, que no se encontraba con ellos el día de los hechos, declaró en la comisaría de Zarautz, pero fue puesta en libertad sin cargos. La mujer había sido agredida en varias ocasiones por su pareja, el padre de la menor fallecida, del que se había apartado en julio tras secuestrar el hombre a la niña. Sin embargo, días antes de la muerte de la niña, se la había vuelto a ver por Zarautz acompañada del padre, sobre quien pesaba una orden de alejamiento.

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